CIUDAD DEL VATICANO.- Otro fuerte dolor de cabeza para el papa Francisco. El exsuper "ministro" de economía del Vaticano, el cardenal australiano George Pell, será procesado con la gravísima acusación de haber cometido abusos sexuales. La decisión, al cabo de numerosas audiencias, fue adoptada por el tribunal de Melbourne, Australia, y representa por lo pronto una noticia ciertamente negativa acerca de como el Vaticano habría manejado en estos años la dura batalla contra la pedofilia eclesiástica.
Efectivamente, la decisión representa un duro golpe no sólo a la reputación y a la brillante carrera del mismo cardenal, sino indirectamente también a la imagen de la Iglesia católica y del mismo Bergoglio. Y ello a pesar de que la justicia australiana aun debe pronunciarse formalmente sobre la culpabilidad o la inocencia del purpurado australiano de mayor prestigio.
La Santa Sede se concreto a comentar lacónicamente el resultado del Tribunal de Melbourne. “Tomamos nota de la decisión emitida por la autoridad judicial en Australia”.
“El Santo Padre –se recordó- concedió a Pell un permiso especial para poder viajar a Australia (hace casi un año, ndr) y defenderse de las acusaciones en su contra. Esta disposición sigue siendo válida”. Por lo tanto, mientras que no haya sido pronunciado el veredicto definitivo, Francisco no tomará ninguna decisión al respecto. Por lo tanto, Pell permanecerá formalmente en su cargo de “número uno” de las finanzas del Vaticano.
El influyente purpurado, que siempre se ha declarado inocente, subrayando que las acusaciones en su contra son “falsas”, es incriminado de haber cometido abusos sexuales a daños de menores entre los años 1970-1980, en Ballarat, su ciudad natal, y también de encubrimientos de delitos sexuales en los años 1990-2000 en la diócesis de Melbourne, donde era arzobispo.
Las investigaciones que han llevado a George Pell ante el juez, iniciaron en 2012. Los detalles de las diversas acusaciones han sometidos a “secreto judicial” y por lo tanto no han sido dados a conocer públicamente.
El Pontífice argentino lo eligió "ministro" de economía del Estado pontificio en 2014.