Este jueves, Benjamín Netanyahu juró por sexta vez como primer ministro de Israel y por primera vez con formaciones de la extrema derecha supremacista judía como socios, aunque repite con los partidos ultraortodoxos, conformando el gobierno más derechista desde 1948, cuando se fundó el país.
La Knéset (Parlamento de israelí) ratificó con 63 votos favorables, de un total de 120, la formación del 37 Ejecutivo de Israel, encabezado por Netanyahu, líder del derechista Likud, quien juró el cargo seguido de la treintena de ministros que forman su gabinete, solo cinco mujeres.
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"Escucho los lamentos constantes de la oposición sobre 'el fin del estado' o 'el fin de la democracia', miembros de la oposición, perder las elecciones no es el fin de la democracia, sino la esencia de la democracia", indicó Netanyahu en su intervención previa a la votación, entre los aplausos de sus socios y los abucheos de la oposición.
El primer ministro más longevo de Israel (1996-99, 2009-21) se refirió así a las críticas surgidas en las últimas semanas sobre el programa del gobierno y las intenciones de sus nuevos socios de la extrema derecha, que incluye a políticos con discursos racistas y homófobos, como Itamar Ben Gvir, que en el pasado fue condenado por incitación al racismo y apoyo a grupo terrorista.
Polémicos acuerdos de coalición
Los acuerdos de coalición, negociados hasta el último minuto de plazo, fueron presentados ayer miércoles 28 de diciembre, ante la Knéset e incluyen polémicos puntos como la anexión de Cisjordania ocupada, una reforma judicial que socava la independencia de la justicia, restaurar la pena de muerte para condenados por terrorismo, prohibir la bandera palestina o más financiación y poder para la comunidad judía ultraortodoxa en detrimento de otros grupos religiosos.
También figura en los acuerdos firmados por los seis partidos que integran la coalición -aunque no son vinculantes- la "cláusula de discriminación", que permite a cualquier negocio o profesional como médicos negarse a atender a alguien por motivos religiosos, lo que podría afectar al colectivo LGTBI.
Juristas, magistrados, diplomáticos, embajadores retirados e incluso representantes del lucrativo sector de las "start-ups" han enviado cartas abiertas en los últimos días alertando sobre el daño que las políticas de este gobierno pueden infringir sobre la salud democrática del país, a su imagen en el exterior y a su relación con la diáspora judía.
De hecho, cientos de israelíes protestaron hoy en las inmediaciones de la Knéset contra este Ejecutivo que perciben como una amenaza a la democracia y a los derechos de las minorías; mientras se desarrollaba la sesión en la que Netanyahu presentó a su nuevo gabinete, expuso sus líneas de acción y juró el cargo.
"Les entregamos un Estado en excelentes condiciones (...) Intenten no destruirlo, pronto estaremos de regreso", apuntó en su intervención el primer ministro saliente y, desde hoy, líder de la oposición, el centrista Yair Lapid.
Netanyahu calmó los ánimos prometiendo gobernar para toda la diversidad de la sociedad israelí -"judíos, árabes, religiosos y seculares"- y destacó dos temas de política exterior como prioridades de su gobierno: contener la amenaza atómica iraní "para asegurarnos de que no nos destruye con su arma nuclear"; y "acabar definitivamente con el conflicto árabe-israelí" firmando más acuerdos de paz con países árabes.
Durante su último mandato, Israel firmó en 2020 los Acuerdos de Abraham con Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Marruecos -el de Sudán aún está pendiente de ratificarse-, y Netanyahu ya ha expresado su voluntad de expandirlos a más países, con Arabia Saudí como principal objetivo.
El nuevo jefe de gobierno isarelí también destacó su intención de impulsar el desarrollo económico de las regiones periféricas del país, con especial hincapié en las infraestructuras; poner freno al encarecimiento del coste de vida -Israel es el séptimo país más caro del mundo-; y solucionar la crisis de vivienda.
Primera reunión con gabinete
Tras la intensa sesión parlamentaria, que se prolongó durante seis horas, Netanyahu convocó a todos sus ministros a su primera reunión de gabinete esta misma tarde; después de hacerse la foto de familia todos los ministros con el presidente Isaac Herzog, acto formal previsto para las 18:30 hora local.
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Los partidos que lo integran son el Likud de Netanyahu, los ultraortodoxos Shas y Judaísmo Unido por la Torá, y los ultraderechistas Sionismo Religioso, Poder Judío y Noam, que concurrieron juntos a las elecciones y se consolidaron como tercera fuerza más votada, a pesar de su discurso racista y homófobo.
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