WASHINGTON. Líderes de países aliados de Estados Unidos prometieron cooperación a Joe Biden, a pesar de que el secretario de Estado, Mike Pompeo, habló sobre un segundo mandato de Donald Trump.
La brecha diplomática de la primera potencia mundial puede hacerse más evidente cuando Pompeo inicie el viernes una gira por países que felicitaron a al candidato electo por su victoria.
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Pompeo habló ayer en una conferencia de prensa sobre las medidas tomadas por el departamento de Estado para facilitar la transición hacia la instalación del nuevo gobierno el 20 de enero.”Habrá una transición tranquila hacia un segundo gobierno de Trump”, dijo Pompeo sin admitir la derrota del republicano.
Molesto, Pompeo consideró “ridículo” preguntarle si la actitud de Trump no lesiona los reclamos de la diplomacia estadounidense de celebrar elecciones “libres y justas” en otros países.
El viernes viajará a Francia y luego se dirigirá a Turquía, Israel y Arabia Saudita, los últimos aliados de Trump cuyos líderes felicitaron a Biden.
Biden, por su parte, mostró en una conferencia prensa de que otra política diplomática está en marcha.
Biden dijo haber hablado con seis de sus futuros homólogos. “Les dije que Estados Unidos está de regreso” y que se acabó lo de “Estados Unidos solo”, dijo en referencia al unilateralismo de Trump.
Biden conversó con líderes de las principales potencias aliadas de EU: Emmanuel Macron, de Francia; Angela Merkel, de Alemania, y Boris Johnson, de Reino Unido, quienes mostraron su deseo de trabajar con el presidente electo para “revitalizar” las relaciones transatlánticas, especialmente con la OTAN y la Unión Europea, a las cuales Trump destrató.
En tanto, el equipo de transición de Biden estudia medidas legales para obligar a Trump a que deje de bloquear y facilite la transición al nuevo gobierno.
Ayer solicitó a la Administración de Servicios Generales (GSA) que declare al candidato demócrata formalmente como vencedor de las elecciones del 3 de noviembre, para que pueda por ejemplo tener acceso a recursos federales.
La GSA se negó el lunes a autorizar el proceso de transición, que implica también dar acceso a oficinas de gobierno.