Un primer convoy de ayuda humanitaria entró este sábado en la Franja de Gaza, donde cientos de miles de personas la necesitan desesperadamente, antes de que la ONU pidiera un "alto el fuego humanitario" del conflicto desatado hace dos semanas por el sangriento ataque del movimiento palestino Hamás contra Israel.
Los primeros 20 camiones cruzaron por el puesto de Rafah, en la frontera entre Egipto, y entraron a la Franja de Gaza, un enclave palestino que está bajo asedio desde que Israel declaró la guerra al grupo islamista Hamas, que gobierna en este territorio.
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El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, reclamó un "alto el fuego humanitario" para "poner fin a la pesadilla" durante una "Cumbre por la paz" en El Cairo, a la que acudieron dirigentes y ministros de Relaciones Exteriores de países árabes y países occidentales, y de la Unión Europea, en contraste con el envío de Estados Unidos de un emisario de menor rango.
La ONU insistió en la necesidad de enviar combustible a Gaza, un bien vital para el funcionamiento de hospitales en este territorio donde viven 2.4 millones de habitantes que también carecen de agua y electricidad.
La puerta del paso de Rafah se cerró después del paso de los camiones, contaron testigos a AFP.
Cientos de camiones todavía esperan
Con el inicio de la tercera semana de conflicto, los responsables humanitarios se hicieron eco del llamamiento de Guterres para incrementar el suministro de ayuda.
Más de un centenar camiones con ayuda humanitaria llevan días esperando del lado egipcio para poder entrar en la Franja de Gaza, y decenas de personas con pasaportes extranjeros esperan del lado palestino para cruzar a Egipto.
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La ONU también reiteró su llamado a "la liberación inmediata e incondicional" de todas las personas secuestradas por Hamas, tras la primera liberación el viernes dos rehenes estadounidenses, una madre y su hija, gracias a la mediación de Aatar.
El movimiento palestino mantiene cautivas a unas 200 personas.