Los republicanos eligieron este miércoles a Mike Johnson, un aliado incondicional del expresidente Donald Trump, como líder de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, poniendo así fin a tres caóticas semanas de bloqueo en el Congreso.
Este abogado de 51 años y gran defensor de los valores "tradicionales", que apoyó los intentos legales de alterar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 en favor de Trump, obtuvo 220 votos.
Puedes leer también: Juicio dispersa al séquito de Trump; amenazan con encarcelarlo
Su elección fue recibida con vítores y una gran ovación en pie de los miembros de su partido, visiblemente aliviados de ver una salida a la crisis.
Johnson era el cuarto republicano nominado en dos semanas, tras Steve Scalise, Jim Jordan y Tom Emmer, para suceder al también conservador Kevin McCarthy, destituido el 3 de octubre por una rebelión interna en su partido, y se alzó con el puesto de "speaker", tal y como se conoce en inglés, en su primer intento en el pleno.
"Han sido semanas arduas y un recordatorio de que la Cámara es tan complicad y diversa como la gente a la que representamos. (...) Como 'speaker", me asegurará de que entrega resultados e inspira cambio para los estadounidenses", dijo en su primera reacción tras ser elegido.
Los republicanos tienen una ajustada mayoría en la Cámara de 221 escaños frente a los 212 de los demócratas, lo que les obliga a contar con el apoyo de prácticamente todos sus miembros en el hemiciclo.
Es un "amigo de todos, enemigo de nadie", dijo la congresista republicana Elise Stefanik al presentarlo en la cámara.
¿Quién es Mike Johnson?
En su web se define como un "entregado" marido y padre de cuatro hijos y como un abogado "que ha dedicado su vida y su carrera a pelear por las libertades fundamentales y valores tradicionales" prioritarios para la gente de su Estado.
De 2015 a enero de 2017 ejerció en el Legislativo estatal y posteriormente pasó al federal, donde es el vicepresidente de la Conferencia Republicana, el ente encargado de elegir al liderazgo republicano, aprobar asignaciones a los comités y el desarrollo de la estrategia de comunicación.
Únete al canal de El Sol de México en WhatsApp para no perderte la información más importante
Su candidatura se confirmó a última hora del martes, después de que el anterior aspirante oficial, Tom Emmer, desistiera apenas horas después de ser designado por su partido al constatar que no iba a tener los apoyos necesarios en todo el pleno.
Emmer no había contado con el respaldo público de Trump, que le reprochó "estar totalmente fuera de contacto con los votantes republicanos" y ser un republicano solo de nombre (RINO, por sus siglas en inglés).
La presidencia interina estaba hasta ahora en manos de Patrick McHenry, designado por McCarthy, pero sin un "speaker" no se pueden aprobar nuevas resoluciones o proyectos de ley en la Cámara Baja en un momento en que está en el aire la aprobación de nueva ayuda militar para Ucrania e Israel o la negociación del presupuesto para el actual año fiscal.
Tiene por delante tareas difíciles
En primer lugar tendrá que negociar para evitar una parálisis de la administración federal (cierre del gobierno) a mediados de noviembre, no sólo con políticos experimentados como el senador demócrata Chuck Schumer y el presidente Joe Biden, sino también con miembros de su propio partido.
Además tendrá que lidiar con sus colegas, muy divididos, para responder a la solicitud de fondos solicitada por Biden para Ucrania e Israel.
Su elección es el último capítulo de una telenovela política que dejó en evidencia las luchas internas entre republicanos moderados y trumpistas.
De hecho es el cuarto nominado por el partido en 21 días para sustituir a Kevin McCarthy, destituido en una votación histórica por un grupo de trumpistas.
La exasperación de los republicanos, deseosos de poner fin a una crisis que avergonzaba a muchos de ellos, jugó a su favor.