A una semana de las elecciones intermedias en Estados Unidos, el Partido Republicano se hizo con la Cámara de Representantes, aunque con una ventaja más estrecha de la prevista.
Según las proyecciones de los canales televisivos CNN y NBC, los republicanos se han asegurado ya 218 de los 435 escaños, el mínimo necesario para garantizarse el poder en esa cámara, cuando todavía faltan otros ocho asientos por determinar.
Los demócratas, por su parte, cuentan de momento con 210 escaños y acumulan una pérdida de 11 asientos respecto a los anteriores comicios.
La victoria en la Cámara de Representantes otorgará a los conservadores la capacidad de dificultar sustancialmente la agenda legislativa del presidente, Joe Biden, a partir de enero –cuando comienza la nueva legislatura– y durante los próximos dos años.
La presidencia de la Cámara de Representantes la ostenta actualmente la demócrata Nancy Pelosi y el Partido Republicano nominó el martes al actual líder de la minoría, Kevin McCarthy, para sucederla a partir de enero.
Los progresistas lograron asegurarse el control de la Cámara Alta en las elecciones de medio mandato al ganar suficientes escaños para llegar a los 50 senadores sobre un total de 100, una cantidad suficiente porque el voto de desempate recae en manos de la vicepresidenta, Kamala Harris.
A partir de enero, por tanto, el Congreso de Estados Unidos estará dividido, con los demócratas al frente del Senado –que desempeña un papel clave, por ejemplo, en la ratificación de cargos gubernamentales– y los republicanos liderando la Cámara de Representantes, que controla todo lo relativo a legislación fiscal y presupuesto.
Biden felicita a los Republicanos
Por su parte, el presidente Biden felicitó a los republicanos por su victoria en la Cámara Baja e hizo un llamado para trabajar para obtener resultados sin distinción de partidos.
"La gente estadounidense quiere que hagamos las cosas por ella –dijo Biden– trabajaré con cualquiera, republicano o demócrata, que esté dispuesto a trabajar conmigo para obtener resultados".
Según las proyecciones previas a los comicios del pasado 8 de noviembre, el Partido Republicano arrasaría en las urnas; sin embargo, el escenario en las urnas fue distinto.
Pese a que los republicanos recuperar parte del terreno perdido frente a los demócratas en 2021, la esperada "ola roja" nunca llegó, lo que incluso puso en tela de juicio el liderazgo que el expresidente Donald Trump ha ejercido sobre la base conservadora desde antes de su mandato.