El Senado de Argentina aprobó hoy por unanimidad la realización de allanamientos judiciales a propiedades de la expresidenta Cristina Fernández, en el marco de una investigación en la que se le acusa de haber encabezado una asociación ilícita.
La víspera, la expresidenta aceptó a priori los allanamientos, pero pidió la garantía de que no hubiera cámaras de televisión para evitar “un show” televisivo como el que ha colmado los medios de comunicación en las últimas semanas.
En una sesión de casi seis horas, senadores oficialistas aseguraron que votaban a favor de que la justicia revise cuatro domicilios de Fernández de Kirchner para que no se acuse al Senado de impedir el trabajo de la justicia.
Algunos también aprovecharon para denunciar que los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández estuvieron plagados de corrupción, tal y como, según ellos, lo ha demostrado el escándalo vivido aquí a raíz de la publicación de unos cuadernos escritos por el chofer de un exfuncionario kirchnerista.
Por el contrario, aunque también votaron a favor porque así lo había pedido la exmandataria, algunos senadores advirtieron que Fernández de Kirchner merecía ser respetada como senadora y principal líder opositora.
Además, denunciaron que los procesos judiciales en su contra se asemejan más a una venganza que a una genuina búsqueda de la justicia.
Yo he sido adversario político de ella, así que hablo con una autoridad enorme. Ha sido presidenta de los argentinos en dos períodos, es senadora nacional, es la principal dirigente de la oposición, entonces merece respeto , advirtió el senador y expresidente interino Adolfo Rodríguez Saá.
El senador Pino Solanas, quien fue opositor al kirchnerismo, señaló que “acá la vocación es de humillar y matar políticamente al adversario, y nosotros nos oponemos”.
Exigió que los allanamientos se realicen de manera responsable, “que no haya un circo mediático, en eso tenemos que coincidir los que defendemos la vida democrática, no convirtamos la justicia en venganza”.
El senador Marcelo Fuentes aseguró que “esta maniobra” contra Fernández de Kirchner es igual a la que sufrieron los expresidentes de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva y Dilma Rousseff.
Los allanamientos habían sido solicitados por el juez Claudio Bonadío, quien está a cargo de la causa en la que decenas de empresarios y exfuncionarios “arrepentidos” ya confesaron que hubo una red de millonarios sobornos que presuntamente fueron entregados a la expresidenta y a su fallecido esposo y antecesor, Néstor Kirchner.