Sequía en EU amenaza la represa Hoover

Los niveles de agua, en su punto más bajo; dejaría de producir electricidad

AFP

  · miércoles 6 de julio de 2022

El área blanca muestra los niveles de agua anteriores del lago Mead / Foto: AFP

LAS VEGAS. El río Colorado vierte millones de litros de agua a diario a la represa Hoover para generar energía. Sin embargo, la dramática sequía que golpea al oeste de Estados Unidos está dejando este embalse en punto muerto.

“Entramos al vigésimotercer año de sequía aquí en la cuenca del río Colorado y el lago Mead ha caído 28 por ciento”, afirmó Patti Aaron del Buró de Reciclaje, la agencia que opera la represa.

➡️ Sudamérica sufre emergencia hídrica por deforestación

“No hay tanta altura por lo que no hay mucha presión empujando el agua hacia las turbinas. Por ende hay menos eficiencia y no podemos producir electricidad”.

La represa Hoover era un símbolo de esperanza e ingeniería en Estados Unidos.

Su construcción comenzó en 1931, cuando el país se marchitaba durante la Gran Depresión. Miles de obreros trabajaron 24 horas al día para construir la que sería la mayor hidroeléctrica del mundo.

La obra exigió el desvío del río Colorado, creando el lago Mead, el mayor embalse de Estados Unidos.

El nivel de agua llegó a alzarse a unos 365 metros sobre el del mar. Pero después de más de dos décadas de sequía, ahora está a unos 320, su punto más bajo desde que fue creado. Y continúa reduciéndose: 30 centímetros por semana. Si cae a 289 metros, las bocas de la represa quedarán expuestas y las turbinas pararán.

El río Colorado nace en las Montañas Rocosas, en el sistema de cordilleras que se extiende en el occidente de Norteamérica, y serpentea a través de los estados Colorado, Utah, Arizona, Nevada, California y el norte de México, hasta desembocar en el Golfo de California.

Se alimenta del enorme manto de nieve que cae de las alturas, y que se derrite en los meses más cálidos.

Pero unas precipitaciones reducidas y el aumento de las temperaturas causado por el consumo incontrolado de combustibles fósiles han reducido el volumen de nieve que cae, y la poca que hay se derrite de forma más rápida. Así, el río que suministra agua a millones de personas y hectáreas de cultivos ha perdido su volumen.