La marca de diseño Ereno existe gracias a sus artesanos wixaritaris o wixárikas, mejor conocidos como huicholes, un pueblo originario mexicano que vive en las montañas de la Sierra Madre Occidental.
Actualmente son muy pocos los pueblos originarios que conservan sus creencias, tradiciones y cultura prehispánica de forma tan fiel como los huicholes.
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Y aunque el significado de su nombre original es poco claro, se han propuesto varias interpretaciones académicas como: “Los sanadores” o “Personas de corazón profundo que ama la sabiduría ”.
Mientras que muchos huicholes siguen el camino espiritual para convertirse en chamanes o marakames, otros se convierten, por tradición, en artesanos.
Durante cinco años se preparan para recibir su Astika, que significa “La buena suerte de los dioses” para así tener la posibilidad de crear hermosos diseños de chaquiras, tejidos, bordados y pinturas de estambre, y poder vivir de ello.
Inspirados profundamente por los sueños y visiones que tienen en sus ceremonias de peyote, así como por el ambiente que les rodea; estos maestros crean significativos diseños con hermosos patrones y símbolos complejos a través de los cuales cuentan sus historias y expresan la belleza de su mundo espiritual.
“Somos los wixaritari, un grupo de personas que mantiene su cultura, rituales y estilo de vida ancestral a pesar de la conquista española y del desarrollo de la sociedad mestiza. Los foráneos nos llaman huicholes, y somos los últimos guardianes del peyote en el mundo”, comenta el wixárika Uweni Temal.
RIQUEZA CREATIVA
Ereno es una marca de accesorios que surge precisamente de la necesidad de visibilizar los diferentes procesos y resultados de trabajo de una comunidad históricamente llena de arte y costumbres con una filosofía y forma sustentable de trabajo.
Por ello la marca colabora junto con los artesanos para diseñar piezas únicas, siempre respetando su visión.
POBREZA ECONÓMICA
A pesar de su cercanía con la naturaleza, su sentido de comunidad e inmensa riqueza cultural, hoy en día este pueblo vive sin servicios básicos y en pobreza de acuerdo con los estándares modernos; sus casas están hechas de materiales frágiles, dependen de sus cosechas, y por lo tanto del clima para alimentarse.
A diario, las niñas y niños de esta comunidad caminan hasta tres horas para asistir a la escuela. Uno de los objetivos en Ereno es dar estabilidad financiera a cada uno de los artesanos de este pueblo.
“Actualmente les garantizamos un sueldo mensual que no varía si las ventas disminuyen, pero que si aumenta cuando el trabajo crece. Vivir con esta estabilidad y certeza, les permite conservar su legado y compartir dicho conocimiento a través de su trabajo”, asegura la marca en su página web oficial.
LA FUNDADORA
Paulina Ruíz es una diseñadora mexicana y apasionada del arte y la creatividad. Después de estudiar negocios, fundó la marca impulsada por la necesidad de explorar su creatividad y poder compartirla.
“Para mí es muy importante sentir confianza, seguridad y comodidad con mi forma de vestir; sentir mi poder y mi autenticidad con lo que traigo puesto. El diseño de cada pieza de Ereno le permite a cada persona encontrar su lado auténtico, femenino, poderoso y único que no sólo establece una conexión con la comunidad huichola que la elaboró, sino con una misma”, asegura.
Florentino fue el primer artesano con quien Paulina comenzó a trabajar en 2017. Como líder religioso y en conjunto con otros compañeros, él es quien se encarga de preservar la cultura y la tradición huichola.
En 2020, Florentino y Andrea, su esposa, le abrieron las puertas de su comunidad a Paulina, quien recuerda el hecho de esta manera:
“Fue un viaje que me enriqueció y que me cambió para siempre. Los huicholes exploran constantemente un paisaje cósmico. Hay tanto que aprender de ellos, de su cultura, de su apreciación, conexión con la naturaleza y de la sofisticación que manifiesta en cada una de sus creaciones”.
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Dice la empresaria que su sueño más grande es que la comunidad pueda vivir de su conocimiento y habilidades, y que a través de su arte y todas sus creaciones, pueda estabilizarse económicamente.
“Queremos mejorar las condiciones de vida de estas maravillosas personas y al mismo tiempo preservar su cultura milenaria”, puntualiza.
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