El presidente estadounidense, Donald Trump, declaró el estado de emergencia en Hawai, que permite desbloquear fondos federales ante el inminente paso del huracán Lane en el archipiélago, anunció este jueves la Casa Blanca.
Las autoridades meteorológicas de Estados Unidos dijeron que Lane se había debilitado ligeramente, convirtiéndose en un huracán de categoría 4, pero que todavía constituye una amenaza con vientos de hasta 215 kilómetros por hora, lluvias torrenciales y olas peligrosas.
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La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) advirtió que Lane podría producir "lluvias excesivas" en las islas durante el fin de semana, causando "inundaciones significativas y aludes peligrosos para la vida humana".
La proclamación del estado de emergencia proporciona a la Agencia Federal de Emergencia (Fema) "la ayuda adecuada para apoyar las medidas de emergencia necesarias", detalló la Casa Blanca en un comunicado.
Trump ha urgido a los residentes del archipiélago a prepararse para Lane, mientras que la Marina estadounidense informó que está moviendo algunos de sus barcos y submarinos para evitar que queden atrapados en el puerto cuando llegue el huracán.
Según el último boletín del Centro Nacional de Huracanes del Pacífico (CPHC), publicado a las 12H00 GMT del jueves, Lane estaba a 370 kilómetros de la costa de Kailua-Kona (al oeste de la isla principal), y a 540 kilómetros de Honolulú, capital del estado.
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Se esperaba que Lane golpee muy cerca de las principales islas de Hawai en la tarde de este jueves y el viernes, dijo la NOAA.
El gobernador David Ige había declarado el martes el estado de emergencia en la Isla Grande, con el fin de contrarrestar el daño que pueda causar el huracán.
"El huracán Lane no es un huracán de buen comportamiento", advirtió en un comunicado. "No había visto cambios tan dramáticos en un pronóstico como lo he visto con esta tormenta", indicó.
Los huracanes rara vez tocan tierra en Hawái, donde la última gran tormenta en azotar el estado se registró hace casi tres décadas, cuando el huracán Iniki llegó a la isla de Kauai, dejando seis personas muertas y causando daños por miles de millones de dólares.