Washington, D.C.- El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, podrá interferir activamente sobre el uso de la marihuana en aquellos estados que lo hayan legalizado después de que el Ejecutivo tumbara hoy una norma aprobada por el expresidente Barack Obama y que impedía esta actuación federal.
El fiscal general, Jeff Sessions, emitió un memorándum en el que encomienda a los fiscales hacer cumplir la ley federal y seguir los principios establecidos para perseguir actividades relacionadas con la marihuana, informó el Departamento de Justicia en un comunicado.
La decisión de Sessions permitirá a los fiscales del país hacer cumplir la legislación nacional por la que el uso de marihuana -recreativo o médico- es ilegal e imponerla sobre las normas adoptadas por los estados que hayan despenalizado su consumo.
Desde 2013, cuando el Departamento de Justicia bajo el gobierno de Obama aprobó su directriz, el ejecutivo federal había optado por una postura más laxa ante las regulaciones en esta materia a nivel estatal, optando por no imponer la norma federal salvo que estas legalizaciones estatales entraran en conflicto con otras leyes nacionales.
Un total de 29 estados han aprobado leyes que posibilitan el uso de esta droga con fines médicos, mientras que 7 lo han hecho también para fines recreativos.
El último caso de legalización a nivel recreativo fue el de California, que desde el 1 de enero de 2018 abrió este mercado con proyecciones que apuntan a una facturación anual de al menos siete mil millones de dólares.
La iniciativa de Sessions contradice las declaraciones realizadas durante la campaña electoral de 2016 por el ahora presidente, Donald Trump, en las que afirmaba que la regulación de la marihuana debía ser decidida por los estados.