El Cairo.- Poco más de un año después del asesinato del periodista Jamal Khashoggi, el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, se ve de nuevo envuelto en la polémica tras la publicación de un informe que le vincula con el presunto pirateo del teléfono de Jeff Bezos, fundador de Amazon y dueño del diario The Washington Post.
El caso salió a la luz después de que el periódico británico The Guardian informara hoy que es "altamente probable" que el móvil de Bezos fuera pirateado en 2018 tras recibir un mensaje de un número utilizado por Bin Salman, un extremo que las autoridades saudíes calificaron hoy de "absurdo".
Según un análisis forense mencionado por el periódico, el teléfono de Bezos fue infiltrado e infectado por un archivo enviado desde la cuenta de Bin Salman en la red social WhatsApp.
De acuerdo con esta investigación el archivo fue enviado el 1 de mayo de ese año, cinco meses antes de que Khashoggi, un periodista crítico con el Gobierno saudí que escribía habitualmente para el Washington Post, fuera asesinado en el consulado del reino árabe en Estambul.
El caso hizo correr ríos de tinta y mereció la repulsa internacional, e incluso el Senado estadounidense y la relatora especial de la ONU para las ejecuciones extrajudiciales, Agnes Callamard, responsabilizaron entonces a Bin Salman por el crimen.
Precisamente Callamard, que encabezó una investigación de seis meses del caso Khashoggi que publicó en junio del año pasado, emitió hoy un comunicado junto al relator especial de la ONU sobre libertad de expresión, David Kaye, pidiendo una investigación sobre el caso.
En la nota, los relatores afirman que conocieron "recientemente" que un estudio forense realizado al teléfono de Bezos desveló con una confiabilidad de "media a alta" que el móvil del magnate estadounidense había sido infiltrado en esa fecha.
En cuestión de horas, la salida de información desde el celular se disparó hasta un 29.000 % en comparación con antes de la recepción del vídeo, una tendencia que continuó "algunos" meses con tasas de hasta un 106 millones % más, si bien en aquel momento no fueron detectadas.
De confirmarse, este espionaje "reforzaría otras informaciones que apuntaban cierto patrón de espionaje a oponentes nacionales y extranjeros de las autoridades saudíes", destacaron los expertos.
Agregaron que el posible delito fue un intento de "influir, si no silenciar, las publicaciones de The Washington Post sobre Arabia Saudí".
"El 'hackeo' del teléfono del señor Bezos ocurrió durante un periodo, mayo-junio de 2018, durante el que también fueron 'hackeados' los móviles de dos socios cercanos de Jamal Khashoggi, Yahya Assiri y Omar Abdulaziz, presuntamente utilizando el programa maligno Pegasus", recordaron.
Las autoridades saudíes han salido ya al paso de estos comentarios tildando el reporte de prensa como "absurdo".
“Los informes periodísticos recientes que sugieren que el reino está detrás del pirateo del teléfono del señor Jeff Bezos son absurdos", indicó hoy la embajada saudí en Washington a través de la red social Twitter.
"Pedimos una investigación de estas alegaciones para que se puedan conocer todos los hechos", agregó.
Las autoridades saudíes han negado reiteradamente la participación de Bin Salman en la muerte de Khashoggi, aunque han cambiado en numerosas ocasiones su versión de los hechos, pasando de negar la existencia del crimen a reconocer el asesinato a manos de agentes actuando por su cuenta y de manera ilegal.
El pasado diciembre cinco personas fueron condenadas a muerte por el crimen por un tribunal saudí que consideró que la muerte de Khashoggi no fue premeditada y que exoneró de responsabilidad a los principales acusados, entre ellos un asesor personal de Bin Salman, Saud al Qahtani.