MOSCÚ. El líder del grupo paramilitar ruso Wagner pidió autorización al Ejército de Moscú para ceder sus posiciones en la ciudad ucraniana de Bajmut a las tropas del dirigente checheno Ramzan Kadirov.
“Le pido emitir una orden de combate antes de la medianoche del 10 de mayo, sobre la entrega de las posiciones del grupo Wagner a las unidades del batallón Ajmat en la localidad de Bajmut y sus alrededores”, declaró Yevgueni Prigozhin, en una carta publicada por su servicio de prensa y dirigida al ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú.
El jefe de Wagner dijo que hacía este pedido debido a una “penuria de municiones”. Prigozhin amenazó con retirarse de Bajmut y acusó al Estado Mayor ruso de no mandarle suficientes pertrechos.
Kadirov dijo que si las tropas de Wagner se retiraban, sus hombres estaban listos para ocupar las posiciones rusas en esa localidad. “Nuestros combatientes están listos para avanzar y ocupar la ciudad. Esto tomaría unas horas”, afirmó el dirigente checheno.
“Estoy seguro que en un futuro liberaremos la ciudad, a pesar de todo lo que se diga sobre una terrible contraofensiva de las Fuerzas Armadas de Ucrania”, recalcó el líder checheno, cuyas tropas especiales tomaron en primavera de 2022 Mariúpol junto a las fuerzas rusas y tuvieron un papel destacado en la conquista de Severodonetsk y Lisichansk en verano pasado.
Prigozhin agradeció a Kadirov su propuesta y aseguró que las tropas chechenas “tomarán sin duda” Bajmut.
Según Prigozhin, quedan “poco más de dos kilómetros cuadrados” por conquistar en el oeste de la ciudad. El objetivo de Rusia era conquistar la localidad de Bajmut para el próximo martes, informó previamente el propio Prigozhin.
El 9 de mayo se celebra el Día de la Victoria en Rusia, en el que se conmemora la victoria soviética sobre la Alemania Nazi en la Segunda Guerra Mundial.
Prigozhin acusa desde hace meses al ejército ruso de no suministrarle suficientes municiones, para que sus combatientes no se anoten una victoria en Bajmut, que eclipsaría a las tropas regulares.
Esa localidad del este de Ucrania concentra desde hace varios meses los combates. Las milicias de Wagner han tomado muchos sectores, sin conseguir apoderarse de la totalidad de la ciudad.
MISILES INTERCEPTADOS
La tensión creció en los últimos días tras la serie de ataques con drones y sabotajes en localidades anexionadas por Rusia.
Moscú afirmó que derribó un misil ucraniano sobre la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014, momentos en que se perfila la contraofensiva de Kiev para recuperar territorios.
La agencia estatal rusa Tass indicó que esta es la segunda vez que un misil ucraniano Grom es derribado surcando el cielo de Crimea. La primera fue el mes pasado, según ese reporte.
Crimea es blanco desde hace varias semanas de actos de sabotaje y de ataques con drones, que los expertos atribuyen a los preparativos de una contraofensiva ucraniana para reconquistar territorios perdidos desde el inicio de la operación militar rusa en febrero de 2022.
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En abril, un ataque con drones provocó un gigantesco incendio en un depósito de combustible del puerto de Sebastopol, base de la flota rusa del mar Negro.
Ucrania afirmó, por su parte haber derribado esta semana por primera vez un misil supersónico ruso Kinzhal, durante una oleada de ataques de Moscú, un misil que fue presentado en 2018 por Moscú como un “arma ideal” por su dificultad para ser interceptado.