La red social Facebook se encuentra en el ojo del huracán por su papel en las elecciones de Estados Unidos, el Brexit o el referéndum en Cataluña, pero no es la única fuente de desinformación.
En varios países los servicios de mensajería privada se han convertido en los principales difusores de “fake news”, a veces con consecuencias mortales, de acuerdo con el Washington Post (WP).
Las plataformas de mensajería han organizado campañas de desinformación en al menos 10 países durante este año, según un informe del Proyecto de Propaganda Computacional de la Universidad de Oxford, y WhatsApp fue la principal plataforma de noticias falsas en siete de esas naciones, incluidas Brasil, India, Pakistán, Zimbabue y México, de acuerdo con el diario estadounidense.
Al menos 24 personas han sido asesinadas en linchamientos de mafias en la India desde el comienzo del año, y sus muertes fueron alimentadas por rumores que se propagaron en WhatsApp, el servicio de mensajería propiedad de Facebook.
En Brasil, los mensajes en WhatsApp afirmaron falsamente que una vacuna contra la fiebre amarilla ordenada por el gobierno era peligrosa, lo que llevó a la gente a evitarla.
Y mientras en México las noticias falsas tuvieron como blanco las pasadas elecciones presidenciales, los expertos consideraron a WhatsApp como el “inframundo de las noticias del país”, debido a que las historias, los memes y los mensajes engañosos se difundieron sin control, indica el Post. En tanto en redes sociales como Facebook y Twitter la información que se difunde es más abierta, en WhatsApp, con mil 500 millones de usuarios en el mundo, una noticia puede volverse viral en minutos a medida que las personas reenvían mensajes a sus amigos o grupos, sin ninguna forma de determinar su origen, de acuerdo con el informe de la Universidad de Oxford.
En Estados Unidos el debate es sobre las noticias falsas en Facebook, pero en el mundo las aplicaciones de mensajería cerrada son las que están en la mira, según First Draft, una organización de verificación de hechos afiliada a la Universidad de Harvard.
La naturaleza cerrada de WhatsApp complica la tarea de luchar contra las mentiras, debido a que aloja chats privados entre grupos de amigos, y los empleados del servicio no pueden leer el contenido, afirma First Draft.
La compañía anunció que limitaría la capacidad de reenviar mensajes, una característica señalada por permitir que la desinformación se vuelva viral.