A más de dos meses de la desaparición de Ana Laura N., la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) confirmó que la osamenta hallada el sábado cuatro de junio en el municipio de Xaloztoc, corresponde a la joven originaria de Hermenegildo Galeana, comunidad rural de Huamantla, y quien desapareció desde el pasado cuatro de abril.
No obstante, el Ministerio Público sigue con las indagatorias para dar con el paradero del resto del cuerpo de Ana Laura N., ya que solo encontraron algunas partes, además de ropa y cabello.
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A la par, la PGJE garantizó certeza en las investigaciones con estricto apego a los protocolos que marcan la ley, pese que el principal sospechoso está muerto tras la golpiza de policías de investigación.
Mediante un comunicado, la dependencia encargada de procurar justicia afirmó que la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas y No Localizadas dio con la identidad de los restos óseos a través de estudios de ADN.
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De hecho, el área de Servicios Periciales determinó que las pruebas encontradas coinciden con el lugar de los hechos tras la desaparición de la joven y comprobó que el perfil biológico de los restos coincide en una relación de parentesco con la víctima.
Al igual, indicaron que la familia de Ana Laura ya fue debidamente notificada del resultado de esta investigación para que lleven a cabo los trámites correspondientes.
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EL CONTEXTO
El lunes cuatro de abril Ana Laura N. salió de su casa con destino al municipio de Apizaco para hacer unas compras, pero jamás regresó.
Desde entonces sus familiares la buscaron intensamente, incluso, para exigir resultados inmediatos hubo una serie de protestas en el primer cuadro de Tlaxcala capital, al igual que en la PGJE.
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Juan Carlos N., principal sospechoso de la desaparición, murió el 29 de abril al sufrir una muerte cerebral tras los golpes propinados por elementos de la Policía de Investigación y desde entonces la investigación dio un vuelco.
La PGJE garantizó certeza en las investigaciones con estricto apego a los protocolos que marcan la ley, pese que el principal sospechoso está muerto.
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