El hombre hallado en la represa de Los Reyes Quiahuixtlán, municipio de Totolac, estaba avecindado en la localidad de Tizatlán, municipio de Tlaxcala, y se presume que llegó a la zona por la ingesta de bebidas embriagantes.
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La Policía de Investigación de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) descartó que se trate de un homicidio doloso, pues durante la necropsia de ley no encontraron golpes o señas de violencia, además, los resultados periciales arrojaron ahogamiento.
De acuerdo con las pruebas de identificación, el hombre tenía 45 años de edad y en vida respondía al nombre de Emilio N., con domicilio en Tizatlán, municipio Tlaxcala, pero murió ahogado el pasado tres de mayo.
Conforme con la versión proporcionada por los peritos en criminalística de la PGJE, los pulmones del sujeto estaban completamente llenos de agua.
Además, confirmaron que la persona tenía al menos dos días en el espejo de agua, sin embargo, a la fecha no es reclamado el cadáver por parte de los familiares, entonces, aún permanece en el anfiteatro.
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LOS HECHOS
El pasado tres de mayo minutos después de las 11:00 horas, los cuerpos de emergencia fueron alertados de que en espejo de agua aparentemente se encontraba un sujeto ahogado, entonces se constituyeron policías de Totolac y confirmaron el hecho; procedieron a acordonar el área.
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Acudieron elementos del Heroico Cuerpo de Bomberos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana para extraer el cuerpo inerte del hombre, con garrochas y equipo acuático, previa autorización de la Policía de Investigación.
Después de ponerlo en piso firme, los vecinos de esa localidad no pudieron identificar al occiso, por eso, descartaron el supuesto de que fuera vecino de la población o del municipio.
Como en esa zona comúnmente se reúnen miembros del llamado “Escuadrón de la Muerte”, los vecinos pensaban que se trataba de alguno de ellos, pero también lo descartaron al observar los rasgos físicos del sujeto.