El filicidio de Fernando N., de apenas un año de edad, estremeció al municipio de Nativitas. El bebé fue arrojado por su propio padre a un depósito de agua potable, lo que le provocó muerte por sumersión a los pocos minutos de permanecer ahí.
LOS HECHOS
Este fatídico hecho ocurrió en un domicilio de la comunidad de San Bernabé Capula minutos antes de la medianoche del sábado tres de abril.
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De acuerdo con reportes oficiales, la madre del infante reportó al Servicio de Emergencias 911 que su pequeño hijo había sido arrojado a un tanque de agua potable por su progenitor, y al sacarlo lo trasladó al Hospital del Sur, ubicado en la misma demarcación, donde le informaron que el menor carecía de signos vitales.
Al domicilio arribó a los pocos minutos personal policiaco y, junto con personal paramédico, corroboró que el presunto responsable del filicidio, identificado como Josué N., de 30 años de edad, ya no contaba con signos vitales tras lesionarse con un arma punzocortante y posteriormente ahorcarse.
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La Procuraduría General de Justicia del Estado fue notificada del suceso y fue así que en los primeros minutos del domingo tres de abril arribó el equipo multidisciplinario para ejecutar el levantamiento del cadáver del hombre que se hirió con un arma punzocortante y posteriormente se ahorcó.
El cadáver de Josué N. y el de su pequeño hijo Fernando N. fueron llevados al mortuorio del Servicio Médico Forense para ejecutar la necropsia de ley y efectuar el protocolo legal de reconocimiento para la devolución de los restos a sus familiares.
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La unidad de investigación del delito del Distrito Judicial de Hidalgo de la Procuraduría General de Justicia del Estado, a través del Agente del Ministerio Público en turno, inició una carpeta de investigación para dejar constancia del funesto hecho.
La madre del infante reportó al Servicio de Emergencias 911 que su hijo fue arrojado a un tanque de agua por su progenitor.
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