Con el argumento de tener un evento “urgente”, el presidente municipal de Chiautempan, Héctor Domínguez Rugerio, evadió hablar sobre el caso de dos elementos policiacos de esa demarcación que son acusados por el delito de violación a una menor de 15 años.
El alcalde ofreció dar detalles sobre el tema ante los medios de comunicación después de rendir la tarde de este jueves su Segundo Informe de Gobierno, que será en el salón San Francisco Recepciones, ubicado sobre la calle Tlahuicole en la colonia Tepetlapa.
“Discúlpenme, pero tengo prisa, al rato me preguntan lo que sea y yo se los responderé”, fueron las palabras del alcalde al término de un evento público.
Al respecto, el director de Seguridad Pública del municipio sarapero, Raymundo Fragoso Muñoz, mencionó que desconocía el tema señalado contra sus elementos, pero refirió que procederán conforme a la ley en caso de tener pruebas que ayuden a la Carpeta de Investigación.
Abundó que desde el pasado 10 de diciembre a los dos uniformados se les levantó un acta administrativa por no acudir a sus labores diarias y de ahí ya no se presentaron.
“No vamos a permitir un caso de corrupción, si ellos cometieron este acto que paguen conforme a la ley”, comentó el comisario.
Expuso que no hubo un encubrimiento ante los policías municipales, pero El Sol de Tlaxcala tiene conocimiento que, de acuerdo con la Carpeta de Investigación, los familiares de las víctimas acudieron a la Dirección de Seguridad Pública para reprochar ante las autoridades superiores este delito.
EL CONTEXTO
Dos policías municipales de Chiautempan enfrentan una denuncia penal ante la Procuraduría General de Justicia del Estado por el delito de violación.
Se trata del comandante Zahit P. y su escolta Marco Antonio Q., quienes al encontrarse en su rondín habrían abusado sexualmente de una menor de 15 años de edad en la zona boscosa de la Unidad Habitacional Santa Cruz.
De acuerdo con la declaración de la víctima, ambos uniformados la ultrajaron y violaron al encontrarse con su novio, a quien golpearon, despojaron de su teléfono celular y amenazaron de muerte si revelaba lo ocurrido.
Desde entonces, ambos oficiales no se han presentado en su trabajo y se encuentran prófugos de la justicia.
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