Luis N. se debate entre la vida y la muerte en el Hospital General de Tlaxcala al registrar heridas de segundo y tercer grado durante la explosión de una bodega clandestina con material pirotécnico en el municipio de Xaloztoc.
El estallido ocurrió la tarde-noche del domingo 20 de octubre en un domicilio de la comunidad de Guadalupe Texmolac y movilizó intensamente a personal paramédico, policiaco y del Ejército Mexicano.
El hecho provocó zozobra entre la población al recordar la tragedia del pasado 23 de agosto, cuando tres personas murieron y al menos cuatro más resultaron heridas al explotar material pirotécnico almacenado en un domicilio particular de la colonia Santa Martha, comunidad vecina de Guadalupe Texmolac.
El herido en esta ocasión es un joven de 29 años de edad que fue trasladado por sus propios compañeros de trabajo a un consultorio médico de la cabecera municipal, presuntamente propiedad de un médico que también es regidor de esa demarcación.
De acuerdo con información a la que tuvo acceso El Sol de Tlaxcala, la intención de los compañeros y familiares era ocultar a las autoridades que una persona resultó gravemente herida.
No obstante, tras valorar al paciente y mantenerlo internado por alrededor de cinco horas, el médico extendió un certificado en el que manifiesta que su consultorio no cuenta con la capacidad de atención por la gravedad de las lesiones y recomienda traslado a un segundo nivel de atención, además de decretar un pronóstico reservado.
Fue así que personal paramédico de San Cosme Xaloztoc, por instrucciones del alcalde Elías Nava Sánchez, trasladó al herido Luis N. al Hospital General de Tlaxcala “Lic. Anselmo Cervantes Hernández”, ubicado en el Complejo de Hospitales de Apetatitlán.
Ahí, los médicos indicaron que registra quemaduras de segundo y tercer grado en rostro, tórax, abdomen y manos, así como pérdida de la audición en ambos oídos y sangrado importante en nariz.
A la exploración el paciente todavía mostró signos de estar consciente y orientado, con sangrado importante en ambas narinas y fractura del tabique nasal, aunado a laceraciones múltiples, ruidos cardiacos aumentados en intensidad, campos pulmonares dañados y abdomen globoso.
En caso de no evolucionar, Luis N. tendrá que ser enviado en las próximas horas o días a un hospital especializado en la atención de quemaduras de este tipo.
LA EXPLOSIÓN
Como lo dio a conocer oportunamente El Sol de Tlaxcala, la nueva explosión ocurrió la tarde-noche del domingo, cuya detonación se escuchó a varios kilómetros a la redonda y destrozó vidrios de viviendas.
Lo anterior provocó momentos de incertidumbre porque los vecinos de la tercera privada de Adolfo López Mateos desconocían que una vivienda, al parecer en abandono, era utilizada para el almacenamiento y presunta fabricación final de fuegos artificiales.
Según narraron los vecinos, se registraron dos estruendos considerables que afectaron a un promedio de seis viviendas, con fisuras en sus estructuras y vidrios rotos. Además, observaron que hubo al menos dos personas lesionadas, una de ellas sacada del sitio y trasladada en un vehículo particular por los ocupantes de la bodega.
El propietario de la vivienda fue identificado como Jacinto N., quien tiene un polvorín en la parte montañosa de la región y al parecer operaba de manera indebida la bodega en la vivienda.
Los testigos señalan que, una vez registrada la explosión, uno de los vecinos atestiguó cómo una camioneta roja salía del lugar y llevaba material pirotécnico sin ninguna precaución, además de un vehículo tipo Tsuru en el que trasladaban a la persona lesionada.
Reportes emitidos a través de los números de emergencia y redes sociales informaron que el estruendo fue perceptible en los municipios de Apizaco y Tetla de la Solidaridad.
Cabe destacar que la vivienda que servía como bodega se encontraba deshabitada y para el resguardo irregular de pirotecnia, hecho que había sido reportado por los vecinos a través del número de atención 089, desde el pasado 23 de agosto, después de la explosión registrada en la localidad de Santa Martha, Xaloztoc, en donde murieron tres personas.
Sin embargo, los habitantes de la zona sostienen que les fueron solicitadas evidencias de que en el lugar se cometían actos ilegales; por ello, tras registrarse la nueva explosión los vecinos iniciaron con la recolección de firmas para la regulación de la práctica de elaboración de pirotecnia.