Eran las 08:47 horas de este jueves cuando en forma inesperada los planes del maestro Alfredo Vázquez y su hija Cinthia N. fueron repentinamente cambiados. Al verse involucrados en un percance automovilístico en la carretera San Martín Texmelucan-El Molinito, a la altura del fraccionamiento Santa Elena, municipio de Panotla.
Alfredo conducía sobre el carril izquierdo una camioneta marca Nissan, tipo Escape de reciente modelo, cuando frente a él se le apareció otra unidad y no supo qué hacer. Minutos antes salió de su domicilio ubicado en San Felipe Ixtacuixtla para dirigirse a la Universidad Autónoma de Tlaxcala, donde estudia su hija.
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Pero, en un literal abrir y cerrar de ojos, una camioneta blanca de una distribuidora de yogurt y leche, intentó rebasar de derecha a izquierda hasta el acotamiento, para retornar a la Zona Militar.
El mentor intentó frenar el motor, pero el impacto -casi frontal- fue inevitable; las bolsas de aire se activaron para proteger a los ocupantes de la camioneta que se detuvo en la misma dirección en la que viajaba.
Del cofre surgió vapor y el aceite del motor quedó esparcido en el asfalto. Al tiempo, el conductor salió de la unidad, mientras que su hija se quedó en su asiento. El conductor de un vehículo March, color blanco, se detuvo para rescatar a la víctima fuera del vehículo siniestrado porque podía encenderse, al tiempo que solicitó las urgencias médicas.
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Elementos de la policía municipal de Panotla controlaron el paso vehicular, a la espera de la Guardia Nacional. “No me dio tiempo maniobrar, lo primero que pensé fue en Dios”, expresó el profesor de telesecundarias visiblemente aturdido, pero ileso del percance.
Minutos después, paramédicos de Panotla brindaron atención a la universitaria quien, al igual que su padre, enfrentaba crisis nerviosa. Al lugar de los hechos se constituyó un representante de la aseguradora de la camioneta particular de color vino.
Cutberto Chávez, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores al Servicio de la Educación, arribó al lugar para brindar apoyo al agremiado. “En las buenas y no tan buenas, aquí estamos con nuestros abogados, pero no es necesario, la empresa ya se hizo responsable de pagar los gastos ocasionados médicos y a la unidad motora ante imprudencia de manejar a exceso de velocidad”, puntualizó.