Con elementos de prueba fehacientes, el Agente del Ministerio Público de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) decretó la inmediata liberación de Álvaro N., calificado en redes sociales como el “Justiciero de Apizaco”, al descartarse una conducta dolosa de su parte.
El militar retirado abatió a dos presuntos delincuentes la tarde del pasado lunes en el municipio de Apizaco al ser despojado de un maletín con una importante cantidad económica.
Antes de cumplirse el plazo de 48 horas de su detención, la PGJE puso en libertad la mañana de este 13 de noviembre al imputado, al comprobarse que actuó en legítima defensa para salvar su vida.
Una vez que recobró su libertad, el imputado –cuya identidad es reservada- fue trasladado a un domicilio particular para preservar su integridad física y se desconoce si volverá a su empleo. El Sol de Tlaxcala tiene conocimiento de que el “justiciero” tiene 46 años de edad, obtuvo el grado de Capitán en la Secretaría de la Defensa Nacional y, tras pedir su retiro, decidió emplearse como empleado de seguridad privada en una empresa de venta de calzado en la ciudad rielera, además de que contaba con un permiso vigente para portar arma de fuego.
LOS HECHOS
La tarde del pasado 11 de noviembre, El Diario de los Tlaxcaltecas informó en transmisión en vivo a través de su página de Facebook que un hombre había ultimado a balazos a dos presuntos delincuentes que intentaron asaltarlo sobre la calle Xicohténcatl, en pleno centro de Apizaco.
En ese instante el militar fue calificado como el “Justiciero de Apizaco” por testigos que revelaron que se defendió al ser despojado de un maletín con dinero producto de la venta del día de una zapatería (se reserva el nombre por obvias razones), cantidad económica que sería depositada en una sucursal bancaria.
Elementos de Apizaco que arribaron de inmediato aseguraron y pusieron a disposición del Ministerio Público a Álvaro N., al admitir que fue quien disparó en defensa propia.
- Los cadáveres de los dos presuntos asaltantes continúan en calidad de desconocidos y en espera de que algún familiar acuda a hacer el reconocimiento para su devolución.
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