Sentencian a lenón de Tlaxcala

En 2017 Raúl N. se declaró culpable de traficar a mujeres mexicanas a ese país y obligarlas a prostituirse

Karla MUÑETÓN

  · jueves 6 de diciembre de 2018

Foto: Especial

Raúl N., señalado como miembro de la red de tráfico sexual familiar con sede en Tenancingo, el pasado lunes fue condenado en la Oficina del Fiscal Federal para el Distrito Este de Nueva York, Estados Unidos de América (USA), a ocho años prisión.

De acuerdo con la página de internet http://www.illegalaliencrimereport.com en donde son plasmados los reportes de crímenes cometidos en ese país, el expediente integrado por Investigaciones de Seguridad Interna de Estados Unidos de Inmigración y Control de Aduanas en Nueva York, en diciembre de 2017 Raúl N. se declaró culpable de traficar mujeres mexicanas a ese país y obligarlas a prostituirse.

En ese en ese entonces, como parte de su sentencia le ordenaron pagar un millón 305 mil 393.80 pesos a una de sus víctimas, a Jane N.

Raúl N. ordenó a una de sus víctimas a que enseñara a Jane N. a prostituirse, pero cuando ya no generó tantos ingresos como otras mujeres de la familia Granados, el acusado la maltrató físicamente, arrastrándola por el pelo a un baño y forzando su cabeza a un fregadero.

El sitio de internet señala que, según lo declarado por Angel M. Meléndez, agente especial a cargo de Investigaciones de Seguridad Interna, el sentenciado estaba en el top 10 de la lista de fugitivos de su agencia antes de ser extraditado y puesto bajo custodia a principios del año pasado.

"Sus víctimas fueron forzadas a prostituirse después de ser atraídas a los Estados Unidos con falsas promesas y luego amenazadas, golpeadas y agredidas sexualmente", dice el sitio.

La página detalla que Raúl N. es el último miembro de la operación de tráfico sexual en México de su familia, responsables de acosar a innumerables mujeres y beneficiarse de su explotación y deshumanización.

"Desde octubre de 1998 hasta diciembre de 2011, Raúl N., de 31 años, participó en una conspiración de tráfico sexual con otros miembros de la familia Granados para contrabandear a numerosas mujeres jóvenes de México a Nueva York, y obligarlas a trabajar como prostitutas".

Agrega que "los miembros masculinos de la conspiración usaron falsas promesas de romance y matrimonio para atraer a las víctimas a las relaciones y convencerlos de que viajen a los Estados Unidos para ganar dinero y poder construir sus propios hogares en México".

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