“Si lo vuelven a soltar y lo veo por aquí voy a tocar las campanas para llamar a la gente, le echo gasolina y yo misma le prendo fuego, lo que quiero es justicia”, soltó molesta María Cenorina N. porque el sujeto que el pasado martes robó en su casa diversos objetos de valor salió libre horas después.
Se trata del mismo individuo identificado como Gustavo N., de 18 años de edad, que al ser visto ayer nuevamente en el municipio de Santa Isabel Xiloxoxtla fue retenido y severamente golpeado por pobladores, pero policías lo rescataron para evitar que muriera linchado.
La noche del tres de julio Cenorina salió de su casa, ubicada cerca del corredor industrial de la demarcación, para ir junto con su familia al parque donde se instalaron juegos mecánicos y puestos de alimentos típicos por la feria patronal.
Al regresar se llevó la sorpresa de su vida al observar que su pantalla de 50 pulgadas, un DVD, un modular, un tanque de gas, dos guajolotes, un loro, dos picos, una pala y un hacha “desaparecieron” de su casa.
Al solicitar la ayuda de vecinos se percató que varios jóvenes corrían, por lo que fueron tras ellos, pero solo le dieron alcance a Gustavo.
El presunto ladrón fue entregado a las autoridades y, como se lo recomendaron, acudió a presentar su denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE). Hasta ahí quedó el trámite.
Ayer, al verlo nuevamente en la localidad de la que también es vecino, familiares de Cenorina lo identificaron y llenos de impotencia lo retuvieron, le propinaron golpes y también lo pasearon por las principales calles.
Al cuestionarlo la mujer agraviada sobre dónde estaban los objetos que robó la semana pasada, Gustavo confesó que estaban en un domicilio de San Sebastián Atlahapa, Tlaxcala, luego cambió la versión y dijo que en su casa, pero en ningún lugar fueron ubicados.
De hecho, Cenorina y parte de sus familiares acudieron al domicilio de Gustavo y ahí su madre les dijo que no intentaran entrar porque ella no tenía nada.
Pero no solo eso, también expresó que le podían hacer lo que quisieran a su hijo, que no le importaba y azotó la puerta.
“Dice el dicho que muerto el perro se acaba la rabia y yo ya les dije, lo que quiero son mis cosas y que a él y sus cómplices los ‘entamben’ por un buen tiempo y allá (en la cárcel) les den su chinga… si la madre no los supo educar, la justicia lo hará porque no soy la única a la que le han robado”, soltó Cenorina minutos después de que elementos del grupo antimotines rescataron en medio de un violento operativo a quien le causó un grave daño a su patrimonio.
“No es justo, con tanto sacrificio uno se hace de sus cositas para que de momento lleguen y vacíen mi casa ¿ahora ya no puedo salir o qué?... no es justo que todavía lo vienen a rescatar y le dicen ¡ay pobrecito, mira como quedaste! Pero él no sintió dolor cuando entró a mi casa a burlarse de mi”.
Lo que María Cenorina N., de 66 años de edad, demandó a la PGJE es que ahora que tiene detenido a Gustavo N. lo encarcelen, den con la ubicación del resto de ladrones y también sean procesados para que no continúen cometiendo sus fechorías.
“Ya basta de tanto robo, yo quiero que los encierren porque ya es mucho, estamos hartos de tanto robo, no se vale porque uno no puede salirse tantito de la casa porque nos están espiando… ahorita ando aquí, sin comer y con el riesgo de enfermarme”, agregó.