ZACATLÁN, Pue. A casi 10 meses del accidente en que perdió lapierna, Marilú Aguilar Morales, acusa intimidaciones, simulacionesde actos jurídicos, encubrimiento y distorsión de los hechos,así como argucias legales por parte de la empresa AutotransportesHuamantla Apizaco (ATAH), propietaria de la unidad volcada el 10 defebrero pasado en la pista Tlaxco-Tejocotal. “Recuerdo –dijo Marilú– que tomé elautobús 6002 a eso de las 22:00 horas, el chofer sólo pusomúsica, iba a gran velocidad desde que salimos de la capitalpoblana, varias veces sonó la alarma develocidad… En Apizaco hubocambio de conductor, al principio fue un hombre de aproximadamente50 años, uniformado, se fue a dormir en el asiento que estáatrás del chofer… momentos antes habían levantado a una mujer ya un niño… en su lugar quedó un joven de aproximadamente 19años…
Así, el autobús llegó al kilómetro 42 + 700 de estaautopista, en la altura de la junta auxiliar de Llano Verde, en elmunicipio de Chignahuapan, el autobús Supra se volcó, aunquevarias veces sonó la alerta de velocidad…
Related contentCuando ocurrió el accidente, estuve rebotandoen el interior del autobús, no me podía agarrar a nada… sentí,poco a poco, como se iba arrancando mi pierna… sentí el calor dela sangre… sentí como se deslizaba el autobús, vi cómose arrancó la puerta y mi pierna se fue… hasta despuéssupe que había quedado debajo del autobús, no había quedadonada, sólo el hueso…
… Los paramédicos me dijeron que me habían encontrado porquegritaba: no tengo mi pierna, devuélvanme mi pierna… nadie medijo que no la tenía, supe que ya la había perdido. Nunca perdíla conciencia, estaba en shock…
Continuó: En el ISSSTEP, me asistieron de manera inmediata, nofue una negligencia médica como se difundió; fue un arrancamientotraumático, provocado por un conductor que conducía a exceso develocidad… se volvió necesario un lavado quirúrgico ymodelamiento del muñón.
En la búsqueda de una solución, Marilú se enteró que elseguro de la autopista no aplicó la indemnización toda vez que elaccidente se debió al exceso de velocidad del vehículo, no porasuntos relacionados al estado de la pista, el autobús no seimpactó contra otro vehículo y se debía a una negligencia delconductor y la manera irresponsable en que manejaba.
Ahí empezaron las anomalías, primero por la simulación decapacitación al chofer, aun cuando en las políticas de la empresaes contratar a mayores de 25 años, con cuatro años deexperiencia, lo que contrapone el hecho de que el conductor tenía19 años. Quien huyó de la escena, lo que da un carácterjurídico diferente, se sigue de oficio el delito, hubo abandono depersona, en un hecho que hubo lesiones graves.
La empresa no ha dado la cara, dijo la afectada al referir quelo único que ha ocurrido es intimidación por parte de ATAH, através de sus representantes legales, así como ofertas dereparación del daño que no se ajusta a la realidad del impacto,porque el tipo de prótesis que requiere está valorada enalrededor de un millón de pesos, la más económica, cuando lomáximo que ofrecían era 200 mil “por las buenas”, porque sise iban a juicio, quien iban a perder era ella, le dijeron.
A esto se suman los gastos de representación legal y lasincapacidades que le impiden trabajar, lo que impacta porque ellaes el sustento de sus padres, además del impacto de los gastosmédicos que la obligaron a vivir cuatro meses en la capitalpoblana, así como constantes salidas a consultas y estudios.
Responsabilizó a la empresa por encubrir al chofer, para darlargas a su responsabilidad en responder por los daños: a la fecha–acusó- ATAH sólo ha hecho correr rumores falsos y actos deintimidación para que nos desistamos, pero eso no va a ocurrir,declaró. “Lo único que quiero esque la aseguradora y la empresa se hagan responsables de esteincidente que provocaron, mi única equivocación fue contratar losservicios de la única empresa que tiene salidas a Zacatlán; loque pido es conforme a derecho, también pido a la autoridadministerial que haga su trabajo, ya van 10 meses y no ha hechonada”, finalizó.