Al grito de "Pedro, amigo, San Felipe está contigo", fue recibido Pedro Francisco N., un joven originario de Guanajuato que durante dos años estuvo preso en Tlaxcala acusado de un homicidio que no le fue comprobado, y cuya única prueba en su contra era la acusación de una persona de la cual las autoridades no volvieron a tener información.
Fue así que tras dos años de lucha en la que su familia solicitó justicia, fue liberado. La familia argumentó que el joven de 26 años nunca había estado en Tlaxcala, por lo que había sido acusado de un delito que no cometió, y que fue detenido por llamarse igual que el presunto responsable del homicidio del que fue señalado.
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La noche del pasado martes, el joven originario de San Felipe, Guanajuato, fue absuelto de ese delito y puesto en libertad. En la comunidad de donde es originario en medio de una fiesta y a la celebración de dicha liberación se sumaron activistas y defensores de derechos humanos.
LA HISTORIA DE PEDRO
El joven guanajuatense fue detenido el 5 de septiembre de 2022 por autoridades ministeriales de la Fiscalía de Guanajuato al salir de su lugar de empleo. Un día después fue traído a Tlaxcala acusado del homicidio por una persona que hasta la fecha no se ha localizado y que, aparentemente, como único documento para identificarse presentó su Clave Única de Registro de Población (CURP).
Cuando Pedro Francisco fue acusado del homicidio él estaba en la Ciudad de León, estancia que fue demostrada de varias formas, una de ellas la firma de entrada y salida de su trabajo, y además su asistencia certificada por una especialista en grafología.
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Eso fue presentado como una prueba, pero los jueces de Tlaxcala, específicamente Nancy Moreno Vázquez, la desestimaron en varias ocasiones sin fundamentar su decisión ni algún argumento sólido.
Fue el pasado martes cuando llegó la justicia para Pedro y para su familia al quedar demostrado su inocencia y que él nunca estuvo en Huamantla la noche del 8 de noviembre de 2021, el día en que ocurrió el asesinato que no le fue comprobado.