Tres jóvenes de entre 20 y 25 años de edad perdieron la vida de manera trágica la noche de este sábado 6 de julio en el municipio de Mazatecochco, al caer con todo y camioneta a un barranco de alrededor de 20 metros de profundidad.
Hasta el momento se desconoce su identidad, pero de acuerdo con versiones preliminares de vecinos de la Sección Segunda de la demarcación, sitio en el que se registró el fatal accidente, antes de morir los tres jóvenes se encontraban ingiriendo bebidas alcohólicas con un grupo de amigos.
Asimismo, ha trascendido que se dedicaban al comercio de telas, actividad común en esa localidad y viajaban a bordo de una camioneta tipo Van Express, color blanco, con placas locales, la cual quedó materialmente destrozada.
Por el exceso de velocidad con el que viajaban y el fuerte impacto, los cuerpos salieron expulsados de la camioneta de carga y quedaron esparcidos en las inmediaciones.
Al recibir el reporte de lo ocurrido, elementos policiacos de Mazatecochco solicitaron la presencia de paramédicos al Servicio de Emergencias 911 y fue así que arribó personal de la Cruz Roja, delegaciones Papalotla y Tlaxcala, quienes al inspeccionar los cuerpos corroboraron el deceso prácticamente de forma instantánea.
Familiares de los occisos también se apersonaron y al corroborar que se trataba de sus consanguíneos decidieron reservar su identidad al personal paramédico y de la Policía de Investigación que acudió al lugar.
Incluso, con el apoyo de vecinos que comenzaron a juntarse en el lugar, familiares negaron la intervención del Servicio Médico Forense para el retiro de los cuerpos y su traslado al anfiteatro para la necropsia de ley, pues afirmaron que ellos se harían cargo de llevarlos a sus respectivos domicilios para proceder a su funeral, además de que un médico de su confianza expedirá el acta de defunción.
Personal paramédico de Totolac y Panotla, así como policías de municipios circunvecinos se mostraron dispuestos a colaborar con la Procuraduría General de Justicia del Estado para intervenir para el rescate de los tres cadáveres de la barranca y trasladarlos al Servicio Médico Forense para dar cumplimiento al protocolo legal, pero su ingreso aún era incierto ya que la población se mostró agresiva, al grado de exigir el retiro tanto de los policías, como de paramédicos y de los representantes de los medios de comunicación que transmitían lo ocurrido desde la escena.
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