En grupos de 10 y sin acceso a medios de comunicación, bajo el argumento de que las salas son muy pequeñas y se carece de espacio, este sábado iniciaron las audiencias para los 136 policías de San Martín Texmelucan que fueron trasladados el viernes al penal de Tepexi de Rodríguez. Al cierre de la edición ninguno de los elementos había alcanzado libertad.

Aunque la primera audiencia estaba programada para las primeras horas del día, éstas iniciaron hasta la tarde. "Desde las 9:00 horas debió iniciar la audiencia y el juez llegó a medio día, por lo que inició con retraso" declaró un familiar de los uniformados.

Al cierre de esta edición los encuentros continuaban en desarrollo y durante un lapso las autoridades permitieron a familiares ingresar para ver a los detenidos.

Trascendió que el abogado que está representando a los detenidos, el cual llegó por parte del Ayuntamiento, les informó que por el momento ninguno de los oficiales quedará en libertad.

DÍA DE TENSIÓN

Desde muy temprano tres autobuses y alrededor de 70 vehículos particulares arribaron al penal de Tepexi de Rodríguez, con los familiares de los detenidos a bordo.

En medio del fuerte rayo del sol, sin comer, sin dormir y con la incertidumbre de saber a qué hora liberarán a los 136 policías, cientos de texmeluquenseques permanecieron todo el sábado afuera del penal.

Momentos de tensión se vivieron en el lugar. De acuerdo con información de los oficiales, las audiencias debían realizarse desde las 9:00 de la mañana, pero transcurrió toda la mañana y el juez no se hizo presente, sino hasta apenas entrada la tarde.

Las audiencias se realizaron en salas improvisadas en las que sólo se permitió el acceso a 10 elementos y aunque eran de carácter público, no hubo autorización para la prensa.

La gente exigía la presencia del alcalde Rafael Núñez y reprochó que el munícipe se esté escondiendo. Cabe mencionar que tanto un representante del ayuntamiento que no quiso identificarse, como el escolta del edil, fueron cuestionados.

Los familiares de los detenidos, también acusaron que a los policías les fueron robadas sus pertenencias y el dinero de sus quincenas que apenas habían cobrado.

Esposas, esposos, hijos, hermanos, padres y cada uno reclamó por la libertad de sus familiares: "es una injusticia lo que el gobierno ha hecho con los policías y si no los liberan, no nos quedaremos con los brazos cruzados", fue la consigna.

Al anochecer, las casi 200 personas se mantenían afuera del penal a la espera de saber la situación jurídica de los detenidos, por lo que se dispusieron también a quedarse a dormir a la intemperie o en sus vehículos. Entre ellos se encontraban señoras embarazadas, madres con bebés de meses y personas de la tercera edad.