El gobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval, aceptó la renuncia del secretario del Trabajo y ex fiscal del Estado, Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco, quien argumentó que su sola presencia ponía en riesgo la vida de sus más cercanos colaboradores y población en general.
El ex funcionario reconoció que su intención fue quedarse y cumplir, pero lo analizó personalmente y con su familia, por lo que tomó la decisión.
El fue objeto de un atentado donde resultó lesionado en forma leve y resultaron heridas 18 personas, entre ellas un sicario, un bebé de 8 meses y un obrero, que fallecieron en las siguientes horas.
En declaraciones previas recogidas por El Occidental, Nájera narró cómo logró salvarse de un comando integrado por cerca de 20 sujetos que pretendían quitarle la vida en un restaurante en Guadalajara.
Explicó que el ataque a su persona tuvo como objetivo “calentar la plaza”, como lo llaman, que no es sino desestabilizar al Estado con rumbo a un proceso electoral. Confesó que está cierto que el personal de la fiscalía continuará con su trabajo y que darán con los responsables.
Además Nájera ha sido señalado de colusión con el crimen organizado, pero el gobernador salió a su defensa al anunciar su renuncia.
"Nunca, a través de los más de 30 años que tiene como trayectoria (...) se le ha podido demostrar el más leve indicio de colusión, involucramiento (con el crimen) o cualquier acto indebido", dijo Sandoval.
En los últimos años, se ha recrudecido la violencia en Jalisco por la presencia de poderosos cárteles del narcotráfico como el Nueva Generación, rival del de Sinaloa.
Los funcionarios que han desempeñado cargos ligados a la seguridad son blanco frecuente de ataques en México.
En lo que va del año, una treintena de políticos y funcionarios locales han sido asesinados, entre ellos varios candidatos para las elecciones generales del 1 de julio en las que se elige presidente, se renueva el Congreso y distintos cargos estatales y municipales.
Con información de AFP