El gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, dijo que es claro que el esquema bajo el cual actualmente la Comisión Federal de Electricidad (CFE) adquiere en Coahuila carbón como insumo para la producción de energía, incide de alguna manera a las condiciones de riesgo a las que se enfrentan los trabajadores de las llamadas minas verticales o pocitos.
“La grandiosa idea de Manuel Bartlett – titular de la CFE- de darles más carbón a los productores más pequeños y menos a los productores más grandes, provoca un coyotaje que al final termina en la explotación de pozos sin la seguridad necesaria para cuidar la vida de los trabajadores”, dijo de manera puntual el mandatario estatal, quien previamente se había referido a las complicaciones que, debido a nuevos anegamientos, han retrasado los trabajos de rescate de los 10 mineros atrapados en la inundada mina El Pinabete del ejido Agujita, en Sabinas, Coahuila.
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Dejó en claro que, si bien, en las operaciones mineras en materia de regulación hay una competencia jurisdiccional y jurídica en un ámbito manejado 100% por parte de la federación, también hay “una responsabilidad moral que debemos asumir todos, yo como gobernador, la federación como tal y quienes explotan las minas”.
En ese sentido recordó que su desacuerdo con el criterio de Bartlett para asignar contratos para la compra de carbón lo señaló desde un principio, y sin embargo fue esa la única alternativa que quedó abierta para quienes llevaban mucho tiempo sin poder trabajar.
Advirtió que la extracción de cualquier mineral es muy distinta a la de las minas de carbón, donde hay gas y agua que representan siempre riesgos distintos a los de otros tipos de explotaciones. “En ese sentido creo que podemos hacer mucho siempre y cuando la federación, como anteriormente se hacía, firme convenios para poder visitar las minas y poder determinar o no la viabilidad de la extracción en ese lugar”.
Desafortunadamente actualmente no existe en los hechos ninguna participación directa de representantes del gobierno de Coahuila, a pesar de que nadie mejor que el estado conoce a los mineros en sus necesidades de apoyo que deben atenderse para que no sucedan accidentes.
Riquelme Solís indicó que la extracción en pocitos o minas verticales es lo más rústico que existe, y “creo que en ese sentido creo que en delante tendríamos que coordinar más los esfuerzos para tener la inspección necesaria en las minas, y no sólo estar inspeccionándolas antes de la asignación de pedidos de carbón sino de manera permanente, y evitar este tipo de accidentes”.
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También planteó que su gobierno siempre ha querido colaborar con la federación, no obstante, el giro que le dio en su momento el titular de CFE hizo que la participación del Estado se hiciera a un lado en el tema del carbón, con tal y que les dieran pedidos a la gente porque estaban ya ahogados, asfixiados económicamente, y entonces decidió no entrar en una disputa política que hubiera implicado que se retrasaran más los pedidos del mineral.
Aún así, nunca escondió su postura en el sentido de que esa asignación de darle más a los pequeños productores y menos a los grandes que son realmente los que tienen la capacidad de extracción de manera repentina, no era viable. “Era mejor irles dando poco a poco a los pequeños para que se fueran capitalizando, creciendo, metiendo mayor seguridad en sus minas, aseguraran a sus trabajadores, metiendo más turnos”, agregó.
Por último, reiteró su disposición de colaboración con la federación a fin de mejorar el esquema a favor de la seguridad, sin dejar de reconocer que actualmente lo más importante es seguir trabajando en el rescate de los mineros atrapados bajo tierra en Sabinas, para posteriormente procurar un análisis serio de las causas y efectos de la extracción y producción de carbón en Coahuila.
Nota publicada originalmente en El Sol de La Laguna