Luego de sostener la cuarta reunión de Obispos de México y Centroamérica, los clérigos expusieron que las pandillas compran armas en México, para extorsionar y hostigar a ciudadanos, quienes para no perder la vida optan por migrar y buscar refugio.
Además, reconocieron que algunos integrantes de las pandillas están vinculados con el narco en México, ya que las redes de ese crimen organizado operan desde Colombia hasta la frontera norte de México.
El obispo de El Salvador, Elías Samuel Bolaños Mondragón, fue directo: “hay maras que sí están metidos con el narcotráfico, tienen mucha relación con esa línea de narcotráfico y con el crimen organizado de México, nosotros sabemos claramente que hay mareros que sus armas las consiguen acá; ellos extorsionan, tienen dinero y compran las armas aquí (México) para defenderse, porque en este momento el problema es que las Maras se han constituido en un Ejército paralelo al nuestro”, dijo.
Agregó que las Maras surgieron por problemas de desintegración familiar y su forma de vida es la extorsión, lo que les permite alianzas con el narcotráfico, con el crimen organizado.
Por su parte, el obispo de Guatemala, Álvaro Ramassini Imei, cuestionó “¿dónde consiguen ellos (Maras) las armas que usan? Porque en Guatemala no hay producción de M16 o AK47, entonces de dónde viene, porque acaba de haber un ataque en uno de los hospitales, donde asesinaron a siete personas y 28 heridos con armas de grueso calibre, es el tema del tráfico de armas que seguramente vienen de Estados Unidos y México”.
Aunado a esto, los obispos expusieron que la pobreza, la falta de oportunidades y violencia, ha generado la migración, el cual es una derecho humano de cualquier persona que decide salir de su país de origen, además, dejaron el claro que no todos los migrantes y refugiados son delincuentes, por el contrario, ofrecen su riqueza cultural al país donde llegan.