LA PAZ. El estado de Baja California Sur combatirá la falta de agua potable en Cabo San Lucas con la ampliación de la desalinizadora ubicada en esa ciudad.
Actualmente, 40 por ciento de los habitantes de esa zona tienen acceso limitado el recurso.
El Congreso del Estado autorizó al Ayuntamiento de Los Cabos para que su organismo operador de agua potable lleve a cabo una modificación del contrato de prestación de servicios para la ampliación de la planta desalinizadora de Cabo San Lucas, que tiene más de 15 años en operación, y dispondrán de 400 litros más de agua por segundo, con una inversión de mil 641 millones de pesos.
Con esta nueva dotación se atenderá a poco más de 220 mil habitantes de Cabo San Lucas y a desarrollos turísticos e inmobiliarios.
Entre los argumentos que dieron pie a la aprobación de los diputados, destaca que la desalación de agua de mar se considera la mejor alternativa ante la cercanía a la zona, toda vez que este recurso no representa un costo de oportunidad en el ecosistema, además de que resulta rentable, con independencia de que no existe otra fuente alterna de abastecimiento.
Con poco más de 220 mil habitantes, Cabo San Lucas es la localidad de Baja California Sur que más padece por la falta de agua potable. De aproximadamente 600 litros por segundo que requiere no dispone ni de la mitad porque en esa región el acuífero es muy limitado y de ahí, el municipio dispone sólo de 40 litros por segundo de tal manera que la mayor parte de los desarrollos turísticos desalan agua de mar y buena parte de la población se queda durante días sin el vital líquido.
Documentos en poder de El Sudcaliforniano, que fueron presentados al Congreso del Estado, refieren que una parte del agua que se surte a esa ciudad es llevada desde San José del Cabo por un acuífero de más de 40 kilómetros que aporta aproximadamente 170 litros por segundo, sin embargo, ese volumen es insuficiente, de tal modo que, miles de viviendas reciben tandeo de agua una vez cada 15 días, y en donde no hay red, el suministro se hace a través de pipas.
Aunque el servicio de agua potable es deficiente en todo el estado debido al envejecimiento de la red que provoca hasta 30 por ciento de fugas y al desorden administrativo que impera en los organismos operadores, el crecimiento poblacional de Cabo San Lucas de hasta 15 por ciento anual hace que el desabasto se haya agudizado desde hace dos décadas.
Para resolver este problema, desde hace 15 años la planta potabilizadora de la empresa Promaqua vende el agua al Ayuntamiento y éste, a su vez, la surte a la población. Sin embargo, la capacidad de 200 litros por segundo quedó rebasada y se requieren al menos 400 litros más, mismos que se producirán en un plazo de dos años una vez que el Congreso del Estado autorizó al Ayuntamiento la ampliación al contrato que mantiene con la compañía encargada.
La autorización permitirá a la empresa invertir poco más de mil 600 millones de pesos con la garantía de la adquisición del líquido. De acuerdo al contrato vigente, la planta pasará a ser propiedad del municipio en un plazo de cinco años, de 20 pactados en el inicio del proyecto, aunque con esta ampliación se desconoce el nuevo periodo.