MATAMOROS.- A la problemática laboral que impera en Matamoros se suma el arribo masivo de migrantes, quienes durante las últimas dos semanas, han llegado en caravanas hasta esta ciudad fronteriza, limítrofe con Brownsville, Texas, donde quedan varados.
En su gran mayoría, llegan procedentes de Piedras Negras, Coahuila, en donde los mantuvieron enclaustrados en un albergue hasta que el gobierno local decidió expulsarlos a otras ciudades fronterizas, como Reynosa o Matamoros.
Amenazas no frenan a migrantes hacia EU
El Instituto Tamaulipeco de Atención al Migrante y de la Secretaría de Salud del estado se encuentran en alerta ante el arribo de personas procedentes de Cuba, Nicaragua, Guatemala, Honduras, El Salvador e incluso, en menor medida, de Venezuela y Haití, quienes son llevados a la Casa del Migrante o a un improvisado campamento en la zona del llamado Puente Viejo, en terrenos del ferrocarril.
La Casa del Migrante, la cual es sostenida únicamente por aportaciones de la Iglesia católica, cuenta con capacidad para alojar 80 personas, y actualmente tiene 95, aunque su directora señala que se puede aumentar la capacidad a 200 pero en condiciones poco cómodas para los migrantes.
La Secretaría de Salud de Tamaulipas ha detectado riesgo de contagio por enfermedades infecciosas, dijo César Escobar, jefe de la Jurisdicción Sanitaria, por lo que les brindan consultas médicas y dentales, además de vacunas, pruebas de VIH, glucosa, hipertensión y detección de embarazos, a través de brigadas que los atienden es los refugios de Puente Nuevo, Puente Viejo y Casa del Migrante.