TAMPICO. Autoridades municipales y estatales de Tamaulipas analizan una serie de grietas que se formaron en el sur de la entidad tras la tormenta Alberto, ya que podrían producirse más con las lluvias de esta temporada. Habitantes del municipio de Tula temen que sus viviendas sean afectadas, pues una de la hendiduras en la tierra tiene una longitud de 10 kilómetros.
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Desde la madrugada del 20 de junio, cuando la tormenta Alberto provocó fuertes lluvias en Tamaulipas, el matrimonio de María de la Luz y José Guadalupe, del ejido El Carmen, vive con miedo, ya que cree que bajo su casa atraviesa una grieta.
“Mi cuarto tenía poquitas grietas, pero ahora que llovió se remojaron y se caen las paredes”, platicó María de la Luz, de 72 años, quien vive en un pequeño cuarto de paredes de adobe y techo de lámina con su esposo José Guadalupe, de 80 años.
La mujer, madre de seis hijos adultos, mostró a El Sol de Tampico las fisuras evidentes en el piso y en las paredes de su dormitorio.
“Mi hija dijo que ya no podemos dormir aquí, nos prestaron un cuartito para quedarnos”, dijo María de la Luz, quien toda su vida ha vivido en ese ejido, tiempo en el que jamás escuchó de la existencia de una grieta en ese lugar.
Magdaleno Aguilar, titular de la Secretaría del Ayuntamiento del municipio de Tula, que cuenta con denominación de Pueblo Mágico, señaló que la grieta kilométrica se formó con las precipitaciones después de cinco años de sequía.
“Nos notificaron de grandes inundaciones y sobre algunas grietas que se hicieron en diferentes lugares, pero fueron más marcadas en el ejido El Carmen. Es algo sorprendente. La gente tiene mucho miedo porque pasó por muchas casas que fueron afectadas”, informó el funcionario.
De acuerdo con Protección Civil, cinco familias resultaron afectadas directamente, aunque a diario reciben reportes de más daños.
“La gente teme que se siga abriendo la tierra, que se hagan más grietas. A la dependencia llegan personas que dicen que hasta sus caballos se hundieron”, detalló Magdaleno Aguilar.
El funcionario comentó que en El Carmen hay mayor riesgo, por lo que ya se advirtió a la población, pero ésta se resiste a retirarse del lugar.
En un recorrido realizado por El Sol de Tampico se observó que la grieta es tan profunda que es posible apreciar las raíces de los árboles y que en algunas zonas la tierra se desprende con facilidad, por lo que no se descarta que se haga aún más grande.
El secretario del Ayuntamiento enfatizó que apenas se confirmó el hecho se reportó al Gobierno del estado y la Secretaría de Obras Públicas envió geólogos.
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El titular de la Secretaría de Obras Públicas estatal, Pedro Cepeda Anaya, adelantó que realizarán un estudio geofísico profundo en la grieta que tiene una longitud de 10 kilómetros, un ancho de uno a tres metros y una profundidad de uno a cinco metros en distintos puntos.
“Acudimos a la grieta que apareció en Tula; es un escurrimiento subterráneo, enviamos a geólogos, es cíclico, cada equis años después de sequía aparece”, explicó.