Luego de la constante inseguridad que sufren los habitantes de la comunidad de Las Trojas, ubicada en el municipio de Uruachi, Chihuahua, la Secretaría del Bienestar terminó con toda la operatividad del programa Sembrando Vida, que era una de las principales fuentes de ingreso, al considerar que el lugar se quedó sin habitantes, mismos que al parecer fueron desplazados por los grupos armados que buscan dominar todo el territorio.
El Centro de Derechos Humanos de las Mujeres el pasado 13 de junio tuvo comunicación con un grupo de 15 personas que salieron de Las Trojas, luego de que fueran amenazadas por gente armada que ronda por esa zona del estado y por lo cual decidieron migrar a otros municipios como Cuauhtémoc, Bocoyna, Guerrero y otros puntos colindantes en búsqueda de mejores oportunidades de vida y sobre todo para resguardar su integridad.
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Sembrando Vida es un programa integral que busca lograr comunidades sustentables que forman parte de Componentes Sociales, Económicos y Ambientales. Con esta visión integral se dinamiza la diversidad socioambiental y cultural de las comunidades, contribuye a la generación de empleos, al cuidado del medio ambiente y favorece una mayor cohesión social, además de recibir una retribución económica.
El activista Gabino Gómez confirmó que el programa había desaparecido en días pasados porque no había personas en esa comunidad y la Secretaría del Bienestar decidió terminar los beneficios para dicha comunidad, lo cual le confirmaron a través de un escrito que le giraron luego de que las últimas familias abandonaran sus propiedades.
De acuerdo con el último censo realizado por el INEGI, en esa comunidad existen, o existían, cerca de 150 pobladores en la zona en 2020, sin embargo, en los últimos meses ha tenido un registro de por lo menos 45 personas que han sido desplazadas por las condiciones de inseguridad que se viven en esa zona.
De 2010 a 2020, el índice de población en esa zona ha disminuido, aunque se desconoce si uno de los factores que ocasiona este tipo de problema es el temor y presencia de grupos criminales que operan en esa región.
De igual forma, en el recuento de las viviendas ocupadas en esa comunidad, se desprende que el indicador pasó de 58 a 32, siendo la mayoría de los ocupantes familias que radican en esa zona de Uruachi y quienes en su mayoría oscilan entre los 14 y 59 años.
Según el activista, quien ha participado como respaldo de varias familias de desplazados y desaparecidos en el estado de Chihuahua, aseguró que los grupos del crimen organizado que operan en esa zona optan por apoderarse de todo el territorio, explotar a estas personas y obligarlas a trabajar en sembradíos y demás, así como amenazas y hostigamiento constante por parte de los presuntos criminales.
Como la mayoría de las comunidades adentradas en la Sierra Tarahumara, Las Trojas está inmersa en un ecosistema rodeado por la naturaleza, donde existe poca presencia de agentes de seguridad y donde los servicios de procuración de justicia son escasos en la atención de los pobladores y más en estas comunidades rodeadas por gente del crimen organizado.
Publicado originalmente en El Heraldo de Chihuahua