OZULUAMA, Ver. Un derrame de aguas congénitas de tres pozos de Petróleos Mexicanos (Pemex) en las comunidades Cues y Cebadilla ponen en riesgo la salud de más de mil habitantes de la zona rural de Ozuluama y más de tres mil 500 hectáreas de cultivos de caña y pastos.
La contaminación comenzó el pasado 3 de julio, pero los problemas se han presentado años atrás con los pozos Pontón 11 y Pontón 17 que la empresa productiva del estado tiene en esta parte del norte de Veracruz.
Lee también: En plenas vacaciones, turistas en Acapulco pasean entre aguas negras
Dionisio Valdez, presidente del Módulo de Usuarios, señaló que el riesgo a la salud de la población es inminente y acusó a Pemex de ser indiferente para resolver la fuga de los pozos y escurrimientos de las presas que amenazan con llegar al dique que abastece de agua a la población y los cultivos.
Explicó que la fuga contamina todo lo que encuentra a su paso, pues se trata de agua salada con aceite que escurre por una canaleta a la orilla del camino.
El pasto y la vegetación donde ha llegado el producto de esta fuga ya está seco y la tierra queda impregnada e inservible para la siembra. Valdez advierte que cada día que pasa sin que se contenga la fuga el riesgo de una catástrofe ambiental y sanitaria entre la población está latente.
Mario Gamboa, productor afectado y propietario del rancho Las Llenaderas, dónde se ubican los pozos y presas con los escurrimientos, dijo que ya se le han muerto tres animales, dos vacas y un toro, que consumieron pastos y agua contaminados.
La fuga de los pozos de Pemex y las filtraciones de las tres presas de la paraestatal ponen en riesgo el abasto de agua para las comunidades Cues, Cebadilla, La Puente, Chapancal, Nahuatlán, La Palma y Mata Jacube.
En esta situación también se encuentran una decena de rancherías, además de cientos de personas que habitan las comunidades donde la sequía les ha quitado todo, a las que se les abastece agua con pipas, pero el agua la extraen de la zona contaminada.
“Somos siete comunidades que estamos en peligro, al igual que los animales, los cañales, la pastura y el agua que consumen los animales y que se utiliza para el quehacer de la casa, e inclusive bañarse, por lo que urgen a Pemex, solucione ese grave problema de contaminación", expresó el productor ganadero.
Aguas congénitas
De acuerdo a la Norma Oficial Mexicana NOM-143-SEMARNAT-2003, el agua congénita o de formación es agua salada que se encuentra dentro de la roca, asociada a la presencia de hidrocarburos. Contiene sales disueltas, como cloruros de calcio y sodio, carbonatos de sodio, cloruros de potasio, sulfatos de calcio o de bario, entre otros; llega incluso a contener algunos metales.
La concentración de estos componentes puede ocasionar impactos negativos al medio ambiente cuando su manejo y disposición no son adecuados.
Los riesgos ambientales que se presentan en el manejo y disposición del agua congénita son: la eventual contaminación de acuíferos en el proceso de inyección a formaciones receptoras, la contaminación de cuerpos receptores si no se cuenta con parámetros de limpieza y la contaminación del suelo cuando se producen derrames accidentales en su transporte.
Las opciones óptimas para la disposición del agua congénita asociada a la producción de hidrocarburos es su inyección en formaciones receptoras subterráneas, o su disposición en el mar.
Nota publicada en El Sol de Tampico
TE RECOMENDAMOS EL PODCAST ⬇️
Disponible en: Acast, Spotify, Apple Podcasts, Google Podcasts, Deezer y Amazon Music