LEÓN. Habitantes de las comunidades de Hacienda Arriba, en el municipio de León, Guanajuato, y Comanja de Corona, en Lagos de Moreno, Jalisco, zona limítrofe donde encontraron una fosa clandestina con 18 cuerpos, indicaron que la inseguridad en esa región es mucha y que los taxistas ya ni siquiera circulan por ahí.
Juan, un albañil que trabajaba en el lugar antes de que se diera a conocer el hallazgo, comentó que en el terreno donde se registró el hallazgo de la fosa clandestina viven familias, y a un kilómetro del lugar hay un salón de fiestas y una casa de campo que se renta los fines de semana, pero que nadie sospechaba nada.
“Ahí viven personas, son como unas cinco casas, todas están en construcción pero en dos de ellas ya hay gente viviendo, ya tenían tiempo viviendo ahí porque una pipa seguido les dejaba agua”, indicó.
El maestro de obra comentó que el 27 de abril, junto con sus compañeros, terminaron sus labores, pero al día siguiente policías les prohibieron el paso al lugar y les comentaron que realizaban trabajos de investigación. “Los ministeriales nos hicieron preguntas, respondimos que teníamos pocos días trabajando. Le hablamos al dueño del terreno quien nos dijo que luego nos avisaba para regresar”.
Ese día, al llegar a su casa, Juan se enteró en las noticias de que en el predio encontraron dos cuerpos.
El pasado jueves, el colectivo de búsqueda Madres Guerreras de León dio a conocer que localizaron en total 18 cuerpos en la fosa clandestina, aunque la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de Guanajuato se mantenía hermética sobre el caso bajo el argumento de que realizan los análisis forenses correspondientes.
Patrullas de la policía permanecen en guardia en el interior del sitio bajo resguardo debido a que la zona aún es materia de investigación y la FGJ pidió custodia en el sitio para que ninguna persona no autorizada lo intervenga.
A ocho kilómetros se encuentra la comunidad jalisciense Comanja de Corona, tierra, que fue testigo hace dos años de un gran aseguramiento de arsenal, droga y el desmantelamiento de un laboratorio clandestino para la fabricación de sustancias ilícitas operado por el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Los habitantes de Hacienda Arriba dicen que “llevan las de perder”. Blanca, una vecina de la ranchería, dijo que esos hechos de violencia “queman” a la comunidad que era tranquila.
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“El lugar está muy lejos, pero como en las noticias lo mencionan de referencia la gente piensa que forma parte. Había mucho movimiento, todo el día pasaban carros del Ejército, del estado y de Protección Civil”, relató la mujer.
Benito, otro de los habitantes, comentó que desde hace tiempo han sido localizados varios cuerpos. “Aquí vienen y los tiran a la orilla del camino, por la carretera, como está solo se les hace fácil porque de los muertitos ninguno ha sido de por aquí”.