Vergonzosos momentos han protagonizado algunos políticos que, bajo los influjos del alcohol, han hecho desfiguros o han pasado por altercados con las fuerzas del orden a quienes, ya deshinibidos, tratan con prepotencia.
Ayer el dirigente del PRI-Morelos, Alberto Martínez González, fue destituido después de que fuera videograbado en estado de ebriedad tras un incidente vial.
René Juárez Cisneros, presidente nacional del tricolor ordenó la imedida.
Pero hay más casos de políticos sorprendidos alcoholizados. El director estatal de la Policía Ministerial de Tamaulipas, Israel Sánchez Aguirre, fue capturado ayer por escandalizar en estado de ebriedad por elementos de la Fuerza Tamaulipas en una persecución; al detenido se le aseguraron armas largas, cortas y cargadores abastecidos, así como la camioneta que usaba como patrulla.
El 10 de septiembre de 2016, el actual presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Damián Zepeda Vidales, tuvo un altercado con agentes municipales, quienes fueron increpados e insultados por él por una falta de tránsito en Hermosillo, Sonora.
En San Luis Potosí, Leonel Serrato Sánchez, candidato de Morena a la alcaldía de San Luis Potosí quien fue detenido por manejar ebrio en el vecino municipio de Soledad de Graciano Sánchez.