Chihuahua.- Una niña de tan sólo dos años, Ximena Geraldine Nevárez Soto, fue asesinada el pasado jueves en la madrugada cuando su padrastro se enfadó con la menor que lloraba porque pedía la atención de su mamá.
La pequeña Ximena fue agredida por su padrastro, Magdaleno Lazcano Ríos. Pero el caso permaneció oculto. Misteriosamente guardaron silencio tanto la primera instancia que respondió, la Policía Municipal, y la segunda, la Fiscalía General del Estado.
La madre de la niña de nombre Jessica se encontraba en su casa esa noche y madrugada mientras Magdaleno Lazcano estaba en la calle reparando un camión de una empresa de pisos.
Cerca de las cuatro de la mañana, la madre de la niña, quien se encuentra embarazada, se fue a dormir. Minutos después de que la madre de la niña se durmió, fue cuando Magdaleno se metió a la casa y aprovechó para golpear en el rostro y en diversas partes del cuerpo a la niña de tan sólo dos años de edad. Derivado de los fuertes golpes que recibió la niña, esta dejó existir durante la mañana de ese día.
El presunto asesino ocultó los hechos a la madre de la niña y la sacó de la casa sin decirle realmente qué había sucedido. La menor de dos años fue encontrada sin vida por otra niña, familiar del ahora detenido, y fue quien dio aviso de que la pequeña estaba golpeada y sin vida.
El presunto asesino fue detenido por la Policía Municipal, pero horas después fue liberado y nuevamente detenido hasta que se libró una orden de aprehensión en contra de dicho sujeto.
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