Más que buscar “remedios milagro o caseros” para enfrentar la “cruda” que se presenta por el excesivo consumo de alcohol en esta temporada decembrina, lo que deben hacer las personas es acudir con especialistas, ya que nada sustituye la prescripción médica.
En entrevista con El Sol de Toluca, Víctor Torres Meza, director general del Centro Estatal de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), llamó a la prudencia porque es en este periodo cuando existe mayor facilidad para que la gente consuma alcohol.
También pidió tener cuidado con lo que toma para la resaca, porque lejos de ayudarse pueden complicar una situación, cuando ya se tienen problemas serios, como la cirrosis o la hepatitis B”.
En este caso, otros especialistas recomiendan: mantenerse hidratado, comer para aliviar las náuseas, acelerar el metabolismo con el yoga y agua de coco, así como dormir para recuperarse y tomar analgésicos de venta libre para el dolor de cabeza.
Finalmente, el jugo de limón es popular por tener propiedades laxantes, las cuales son esenciales en el tratamiento y la prevención de los efectos del exceso de alcohol, y es conocido como el “tratamiento más simple” para las resacas.
Bares curan a sus parroquianos
Los remedios contra las náuseas, los mareos de embarazadas, desveladas de semáforo en alto y casi “levantamuertos”, como se les conoce a las consecuencias de una cruda que deja el festejo de Año Nuevo, son las dos especialidades de La Flor de Mayo y La Esmeralda, las cantinas más antiguas de la capital mexiquense y, que por tradición, son el rincón de las curas de las resacas de los toluqueños.
“Aquí la especialidad y que se prepara desde hace ciento veinte años, son los amargos, es lo que más nos piden los clientes para curarse”, explica Jesús, cantinero de La Flor de Mayo.
“Es digestivo y te ayuda a quitar los nervios, también te quita el sueño y no te marea”, asegura Carlos, uno de los clientes continuos en La Flor de Mayo.
Por día se pueden ofrecer de dos a tres botellas de a litro del licor de anís, pero en días como el 25 de diciembre y el 1 de enero, la cantidad de botellas consumidas sube hasta cinco o más.
La antigua cantina, en apariencia no es llamativa, una desgastada puerta de dos hojas, cinco mesas circulares que se despliegan a lo largo del angosto negocio y dan al frente de la barra, y es por mucho es la cantina más solicitada en Toluca por obreros, taxistas, policías, albañiles e incluso diputados, presume Jesús.
La bebida de los “Amargos”, es obligada acompañarse en La Flor de Mayo con el caldo de camarón que también es especialidad en la casa, recomienda Jesús.
Los auténticos perros de Toluca
Entre las cantinas más viejas de la capital mexiquense, los fieles conocedores saben distinguir entre una bebida cualquiera que se prepare a base de revoltura de licores, aromatizantes y hierbas, asegura Gonzalo, experto en la preparación de los llamados "Perros de Toluca" y cantinero en La Esmeralda.
Lo que prepara Gonzalo es la receta de un antiguo licor con base en epazote de perro que ofrece a los clientes de La Esmeralda de la familia Chávez Mancera, desde hace 80 años. Sus secretos del preparado en las mezclas del resto de los ingredientes omite revelarlos.
Ubicados sobre la avenida José María Pino Suárez, esquina con Instituto Literario, en Toluca, donde a diario llegan sus clientes a pedir su famosa bebida y aumentan en los días de diciembre. "El secreto está en la mezcla, se prepara con una gran cantidad de hierbas, se deja fermentar un promedio de un mes y luego se usa con el resto de los ingredientes, pero ese secreto sólo lo sabe la familia", explicó el cantinero y responsable de preparar la mayoría de "Los Perros" a los clientes.