CHIHUAHUA. La sierra de Chihuahua enfrenta una situación crítica por la falta de lluvias desde hace más de un año, principalmente en el municipio de Bocoyna donde hay comunidades que no tienen ni una gota de agua.
El alcalde de Bocoyna, Héctor Edgardo Rochín, comentó que la cabecera municipal aún tiene alrededor de 30 por ciento de agua, mientras que San Juanito ya ronda en 10 por ciento y Creel, que es una de las zonas más visitadas, no tiene una sola gota y compran en pipas el líquido para consumo humano y otras necesidades.
Edgardo Rochín dijo que actualmente el agua que se distribuye en la mayor parte del municipio proviene de la presa de Situriachi, la cual ya está en su límite y podría terminarse dentro de los próximos días. “Enfrentamos una sequía histórica y esto se va a complicar a finales de mayo e inicios de junio porque ahora el problema se centra en Creel, pero después será San Juanito, Bocoyna y el resto de las comunidades que no tendrán ni para sus cosechas ni para consumo humano”.
Actualmente el municipio de Bocoyna se sostiene de los restos de agua que aún permanecen en la presa Situriachi, toda vez que no cuenta con otra fuente que le provea agua. Explicó que las autoridades estatales decidieron trasladar agua de Recowata porque se encuentra a menor distancia, a unos 15 kilómetros, y les es más económico realizar el traslado, pero aseguró que el agua en esa zona también está por acabarse en los próximos días.
De acuerdo con el Monitor de Sequía de México, de la Comisión Nacional del Agua —que realiza mes a mes un comparativo de las condiciones de sequía en el país—, 52 municipios del estado concentran los peores indicadores de sequía en el primer trimestre del año.
El alcalde de Bocoyna informó que la comunidad de Creel ha sido la más afectada debido a que el consumo de agua en esa zona es mayor, toda vez que 70 por ciento se destina a personas que visitan el poblado y el resto es de consumo ordinario de los pobladores.
Agregó que la fuerte sequía ha agravado los incendios forestales en esa zona como en los municipios aledaños en los últimos tres meses, ya que pasaron de tener en el primer trimestre de 2020 nueve incendios forestales a tener 100 incendios en el primer trimestre de este año.
MUERE GANADO EN VERACRUZ
En el norte de Veracruz, los potreros se secaron y el ganado comenzó a morir por falta de agua y pastos.
Este es el cuarto año consecutivo en que la sequía golpea a productores agrícolas y ganaderos, dijo León Almazán Zavala, agente del ejido El Barco y comisariado del ejido Benito Juárez, municipio de Pueblo Viejo, quien mencionó que cada semana se torna más difícil para los ganaderos que pierden sus animales.
Comentó que cada semana tienen que comprar agua, alimento y pacas de forraje, pero muchos de los ganaderos están sin dinero y se ven obligados a vender sus vacas por las que les pagan precios de miseria porque están flacas.
▶️ Mantente informado en nuestro canal de Google Noticias
Dijo que las presas sin agua se han convertido en una trampa para el ganado, pues los animales atraídos por la humedad se acercan a éstas donde quedan atrapadas y al no poder salir mueren.
En los municipios de Ozuluama, Tampico Alto y Pueblo Viejo los ganaderos han perdido en estos cuatro años de sequía más de 16 mil cabezas de ganando. Con información de Alfredo Márquez /El Sol de Tampico
Te recomendamos el podcast ⬇️
Te recomendamos el podcast ⬇️